Ordenadores desfasados, sistemas operativos sin posibilidad de poder actualizarse y antivirus con fallas. Esa es la situación que los trabajadores denuncian que abundan en los despachos de la Administración. Con este panorama, el Principado reconocía ayer que es objeto de miles ciberataques cada año. Para tratar de poner coto a los delincuentes que abundan por la red, la Administración anunció una inversión de 1,74 millones de euros en tres proyectos de ciberseguridad con el objetivo -puntualizó el Gobierno- de blindar los servicios de la Administración electrónica.

El último gran ciberataque lo sufrió la Administración regional hace solo unas semanas, según apuntan los propios trabajadores. En esa ocasión los envites de los delincuentes fueron "masivos" y consiguieron contaminar muchos archivos de Word. La recomendación del Principado durante a esos días a su personal fue el de enviar solo documentos en PDF, mucho más seguros.

De la partida que ahora invertirá el Principado para blindar sus equipos de los cacos, la mayor parte (751.524 euros) irán para la puesta en marcha de un antivirus. Otros 485.324 se dedicarán a la construcción de un perímetro de seguridad para la red principal de trabajo de la Administración regional y para la llamada plataforma de virtualización, con el objetivo de hacer ambos inaccesibles a los ciberdelincuentes. El resto del dinero presupuestado, 510.571 euros, irá dirigido a la contratación de un sistema de prevención de intrusos en el sistema.

El cibercrimen no da tregua y los expertos señalan que sus armas van sofisticándose cada día más. Las últimas cifras del Instituto de Ciberseguridad de España (Incibe), un organismo que depende el Ministerio de Economía, apuntan a que los cacos de la red van saliéndose con la suya en muchos de los ataques. De hecho, el año pasado lograron infectar en Asturias una media mensual de 5.000 activos tecnológicos -clasificación que incluye ordenadores, tabletas, móviles redes u otro tipo de infraestructuras- gracias sobre todo al envío masivo de lo que se conoce como "ransomware". Consiste en el secuestro de la información alojada en el ordenador, generalmente mediante el envío a discreción de correos electrónicos infectados con virus. Una vez consumado el rapto, los ciberdelincuentes cifran la información -le ponen una contraseña o un código que solo ellos saben- y reclaman al propietario una recompensa por recuperarla. En el caso del Principado la cosa se complica por lo obsoletos que están los equipos y los sistemas operativos. Una presa fácil para los malos. Los ordenadores van quedándose atrás. "Hace ya muchos años que no hay una inversión fuerte, y muchísimos equipos siguen funcionando con Windows XP, que hace tiempo que ya no se actualiza", apunta el sindicato CSIF.

El Principado, por su parte, asegura que es el momento de hacer un esfuerzo en ciberseguridad, ya que viene constatando que los delincuentes que operan en el océano que es internet "investigan cualquier brecha de seguridad para poder robar o manipular datos esenciales como los de los ámbitos de la justicia, la educación o la sanidad". Y saca pecho del sistema de estructuras defensivas que se lleva años construyendo para tratar de blindar las puertas de acceso a los sistemas informáticos de la Administración regional. Aseguran que solamente los ataques de tipo "ransomware" -descritos en el párrafo anterior- se incrementaron en España en un 500% durante el último año.

Los sindicatos aseguran que estas últimas inversiones son "la mínima parte de lo que queda por hacer por defenderse de los delincuentes".