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La web del futuro se diseña en Asturias: el coche pagará solo y la casa "pensará"

La Fundación CTIC, a través del consorcio W3C, trabaja en el desarrollo del internet del mañana que estará ligado a que las máquinas interactúen

Por la izquierda, Pablo Priesca, Martín Álvarez, Chus García y Pablo Coca. JOSÉ LUIS SALINAS

Asturias teje la web del futuro. Gijón, y más en concreto la Fundación Centro Tecnológico de la Información y la Comunicación (CTIC), alberga -desde 2003- la sede del llamado consorcio W3C, un organismo que está dirigido por el creador de las páginas webs Tim Berners-Lee y que, entre otras tareas, tiene la encomienda de impulsar proyectos de investigación sobre lo que será el internet del futuro, aquel en el que las máquinas estarán conectadas entre sí y comunicándose de forma constante. Por ejemplo, los investigadores asturianos del W3C están trabajando en proyectos como el de dotar a los edificios de inteligencia para hacer que ahorren energía, en que el coche del mañana sea capaz de pagar en las gasolineras y peajes solo -sin que el conductor tenga que bajar si quiera la ventanilla- o en explorar la realidad virtual para que -entre otros- los comerciales puedan mostrar sus productos como en un filme de ciencia ficción.

Lo próximo de la web camina por senderos que parecen sacados de series futuristas como "Black mirror", pero que están más cercanos de lo que parece. Una de las vías en las que está trabajando la Fundación CTIC es la del internet de las cosas. Traduciendo todos los datos que emitan cada uno de los aparatos que pueden estar conectados a una red común. Por ejemplo, las cámaras de seguridad, las calefacciones o hasta las neveras de una casa. Todas envían sus datos en lenguajes diferentes y hay que homogeneizarlos en un idioma común. Con esa base, la fundación está participando junto a otros dieciséis socios -entre ellos, la compañía asturiana García Rama- en un proyecto europeo llamado Heart (Corazón) y que consiste en dotar a los edificios de una especie de cerebro donde se reciba un montón de información sobre, por ejemplo, el estado de calefacciones, los sensores de temperaturas o las previsiones del tiempo exterior... con el objetivo de que el inmueble sea más eficiente energéticamente. Un "cerebro" (un ordenador) tomaría decisiones como encender los calefactores en los días de frío. "Se está probando ya en viviendas sociales de Italia, porque está ideado para inmuebles que están ya construidos", dice Pablo Coca, directivo del CTIC.

Pero las redes de los llamados estándares web alcanzan también al automóvil. "Ya podemos ver que los coches que se venden están conectados, que son capaces de recoger información sobre el tráfico en tiempo real...", dice Martín Álvarez, responsable de la oficina W3C en España. En esa línea está trabajando también el CTIC, pero desde una perspectiva bastante novedosa, haciendo que el coche pueda pagar solo. "Sería como programar un teléfono móvil para hacer, por ejemplo, que el coche haga los pagos de forma automática cuando se pasa por los peajes o gasolineras", apunta.

Los investigadores crearon un traductor de web para el móvil

Asturias es la sede en España del consorcio W3C y entre sus primeros encargos tuvo el de velar por que las páginas webs fueran accesibles por todo el mundo, especialmente aquellas de los organismos públicos.

-¿Qué es el W3C?

Se trata de un consorcio internacional que se encarga de generar recomendaciones y estándares para asegurar el crecimiento y la accesibilidad por todo el mundo de la web a largo plazo. El consorcio fue creado y está dirigido por Tim Berners-Lee, que fue premio “Príncipe de Asturias” de Investigación Científica en 2002.

-¿Cuántos centros de investigación participan en su desarrollo?

El W3C tiene dieciocho de lo que denomina como oficinas repartidas por todo el mundo. La gran mayoría de ellas están en Europa o en Asia; la de España tiene sede en la Fundación CTIC, en el Parque Científico Tecnológico de Gijón, y se estableció allí en 2003. Ahora el organismo se ha puesto el objetivo de expandir sus redes por América Latina, donde no tiene representación, y le ha encargado a sus investigadores en Asturias que expandan sus redes al otro lado del Atlántico.

-¿Qué hitos tiene la oficina del W3C en España?

Uno de sus primeros trabajos fue la creación de lo que bautizaron como test de accesibilidad web (TAW), que era un programa que se encargaba de evaluar si las páginas eran lo suficientemente claras para ser accesibles por parte de cualquiera, incluidas personas que pudieran tener algún tipo de discapacidad.

-¿Cuáles fueron los primeros proyectos desarrollados en Asturias?

El coordinador del W3C en España, Chus García, recuerda que uno de los principales desarrollos llevados a cabo por los investigadores asturianos fue una especie de traductor para poder adaptar las páginas web a las pantallas de los móviles. Algo que ahora se ve como muy normal, pero que cuando estas páginas estaban dando sus primeros pasos no lo era tanto.

El CTIC liderará la expansión del consorcio W3C por los países de América Latina

La Fundación asturiana CTIC será la encargada de velar por la expansión de llamado consorcio W3C por Latinoamérica. La misión se la ha encomendado la dirección de este organismo -fundado por el prestigioso Tim Berners-Lee-, que tiene entre sus objetivos hacer que las webs sean accesibles por todo el mundo creando estándares y protocolos comunes que tengan que respetar las grandes tecnológicas que quieran meter mano en este mundo. La oficina española del consorcio, con sede en Gijón, incrementará de esta forma notablemente sus funciones y su responsabilidad y pondrá sus redes hacia los países de Latinoamérica para controlar las oficinas que allí se vayan montando y canalizar las ideas que desde el otro lado del charco se vayan teniendo para ir construyendo el internet de un futuro cada vez más cercano. Pablo Priesca, director general de CTIC, asegura que “todo esto nos genera un valor de posicionamiento muy importante. Será un reconocimiento por parte del propio consorcio, que nos ve como una parte importante del entramado, ya que va a experimentar con nosotros un modelo de organización diferente. Y nos permite posicionarnos en Latinoamérica”.

El objetivo es el de buscar el socio ideal en casi cada país de América Latina, que esté bien ligado con el entramado empresarial local, por lo que podrían ser otros centros ¬tecnológicos o universidades, por ejemplo. “El de la búsqueda va a ser otro de los retos”, asegura Martín Álvarez, responsable de la oficina de W3C en Asturias. La intención es la de poder llegar a tener un socio en cada país, agrega Priesca. “Lo que haremos será probar el modelo sobre dos países, para ir afinándolo, para luego abordar el resto. Pero la idea es ir hacia una expansión grande”, asegura el director del CTIC.

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