La actriz Carlota Somiedo (Gijón, 1989) es una de las dos mitades de la compañía "4.000 Bengalas Amarillas" (la otra mitad es María Nieto). Las dos se licenciaron en la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD), en Gijón, y las dos son las que cogieron las maletas y, en Madrid, se lanzaron a levantar sus producciones particulares. La última de ellas es también la mayor de todas: "Siemprevivas", basada en un texto de María Nieto y con la dirección de otro asturiano: Andrés Dwyer. Esta noche (20.30 horas) el club del Niemeyer acoge su estreno nacional (ya está todo vendido). La semana que viene, el día 15, viaja al madrileño teatro Pavón Kamikaze, uno de los centros culturales más prestigiosos del país. Somiedo atiende la llamada de LA NUEVA ESPAÑA.
- Vamos a empezar por el principio. ¿De dónde salieron las "4.000 Bengalas Amarillas"?
-María Nieto y yo estudiamos en la ESAD, en Gijón. Cuando terminamos la carrera decidimos marchar a Madrid, que es donde vivimos las dos. La compañía nace en Madrid con el afán de poder hacer lo que las dos quisiéramos hacer, de apostar por nuestras historias, de expresarnos como queremos hacerlo.
- Se han movido, hasta ahora, por el realismo social.
-Nos inquieta todo lo que vemos a nuestro alrededor: la violencia de género, la presencia de las mujeres en el mundo, la de los migrantes.
- Y, entonces, nace el proyecto que presentan ahora.
-Eso es. En la compañía es María Nieto la que se encarga de escribir. "Siemprevivas" lo publicó la editorial Ya lo Dijo Casimiro Parker. Desde el principio, el texto tenía un objetivo, llevarlo a escena.
- Y van y les llaman los del Pavón Kamikaze.
-Tuvimos una magnífica suerte. Son kamikazes, como ellos mismos se nombran, apuestan por autores emergentes.
- ¿Mola?
-Claro que mola que te programen en un teatro referente en este país.
- Junto a ustedes dos actúan en "Siemprevivas" Xana del Mar y Aida Puente.
-También vienen de la ESAD, o sea, que somos compañeras y amigas. Trabajamos con la gente que queremos, que da la casualidad es con quien mejor trabajamos.
- ¿Y Andrés Dwyer?
-También es de la Escuela, aunque él era mayor que nosotras, cuando entramos, él salía, así que vimos su trabajo de fin de carrera, lo primero que hizo con su propia compañía. Lo que pasa es que trabajamos en Madrid siempre con él, así que era natural que fuera nuestro director.
- Estrenan en el Niemeyer.
-Estrenan nuestro montaje más importante en el Niemeyer, en casa, en Asturias, es un verdadero regalo; todas somos asturianas y allí, en Avilés, estaremos muy arropadas.
- ¿Cómo es hacer teatro en Asturias?
-Difícil, por eso nos tuvimos que marchar a Madrid, es una ciudad mayor y, por ello, tiene más oportunidades. El caso es que cinco profesionales asturianos nos juntamos en Madrid para hacer teatro porque en la capital hay más oportunidades.
- ¿Qué nos vamos a encontrar en "Siemprevivas"?
-María Nieto dice siempre que la obra es un deseo de que llegue el fin de la violencia contra las mujeres. Hemos trabajado durante mucho tiempo en los microteatros, hemos escrito, investigado sobre el feminismo, que es una ola en auge. La violencia contra las mujeres es una situación dura y el montaje tiene que serlo también. En lo poquito que llevamos de año ya han matado a una mujer.
- ¿Y después del Pavón?
-Vamos a vender la obra a cuantos más sitios mejor. La utopía es conseguir que obras como la nuestra no fuera necesario seguir haciéndolas. Pero es solamente una utopía.
