La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los funcionarios, en contra de incluir a militares en la plantilla de la cárcel

l Prisiones ofrece un puesto a los 54.000 soldados que acaban contrato l Los sindicatos dicen que la rehabilitación de presos exige formación

Los funcionarios, en contra de incluir a militares en la plantilla de la cárcel

Interior y Defensa están trabajando para ofrecer una salida laboral a parte de los 54.000 soldados que deberán abandonar el Ejército al cumplir 45 años. En Asturias, donde las cifras son muy inferiores a otras regiones, el Ejército ha buscado la colaboración de FADE para colocar a los suyos que llegan al trance de dejar las armas. Pero en los últimos tiempos se está barajando la posibilidad de que estos soldados ingresen en Instituciones Penitenciarias y pasen a trabajar en las cárceles, donde hay un déficit de 3.500 funcionarios. Pese a que esta medida paliaría la falta de efectivos, no ha sentado nada bien entre los funcionarios, que temen el choque que ello supondría en la cultura penitenciaria, sin olvidar que podrían verse relegados.

El sindicato Acaip ofrecerá su posición en los próximos días, pero el delegado en la cárcel asturiana, Manuel Losas, advirtió de que la entrada de los militares debe darse "en las mismas condiciones y con la misma formación que el resto de los funcionarios". Incluso apuntó a la posibilidad de que los solados engrosasen un cuerpo diferente de auxiliares. La propuesta, que muchos sindicalistas califican de "globo sonda", ha causado una gran sorpresa. "La tarea de rehabilitar a reclusos es muy diferente de la militar, se hace difícil pensar que accedan a las prisiones sin la formación específica que se requiere", añadió Losas.

Algún funcionario especuló con que los militares estarían encargados de la vigilancia en el exterior de la cárcel. En los últimos tiempos corría a cargo de la Guardia Civil, pero en los últimos tiempos se está recortando, y en algunas cárceles han entrado antiguos escoltas de personalidades políticas del País Vasco.

Reducción de presos

A pesar del cierre de dos módulo, la población reclusa en Asturias asciende a 1.140 personas. Se ha reducido en los últimos meses la citada población en 120 presos, que han sido destinados a otras cárceles, más cercanas a sus localidades de origen. La idea es que la población reclusa se reduzca en otras cien personas, con lo que las cifras se acercarían a otras cárceles similares, como Mansilla de las Mulas, en León, o Topas, en Salamanca, que cuenta con entre 780 y 740 presos.

Los funcionarios de la cárcel asturiana que la plantilla de funcionarios precisa de al menos medio centenar de nuevos trabajadores. La edad media de los funcionarios es muy alta y la falta de plantilla hace que, en ocasiones, un solo empleado de seguridad tenga que enfrentarse a módulos con un centenar de presos, lo que dispara los riesgos de agresión.

Compartir el artículo

stats