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MANUEL GARCÍA BOFILL | Presidente del consejo general de Ciudadanos

"La instrucción fue siempre votar no a las cuentas regionales, pero se malinterpretó"

"No me consta que influyera en el rechazo al Presupuesto ser socios del PP en Oviedo y no tengo información de que el grupo municipal lo pidiera"

Manuel García Bofill.

Manuel García Bofill (Barcelona, 1959), licenciado en Filosofía y máster en Marketing, preside el consejo general de Ciudadanos, máximo órgano político del partido entre asambleas generales. En la actualidad prepara la próxima, que se celebrará el 15 de marzo, en la que la formación naranja pretende refundarse tras la salida de Albert Rivera. Ayer visitó varias agrupaciones locales de Galicia y hoy estará en Asturias, con la intención de "escuchar a los militantes" para conocer qué camino quieren que tome el partido.

- ¿Qué motivó la orden de la dirección de Ciudadanos para que los diputados cambiaran el sentido del voto al Presupuesto del Principado para 2020, de la abstención inicial al no?

-Tengo entendido que las instrucciones previas eran esas (votar no) y que las negociaciones se hicieron, seguramente, esperando un cambio (del PSOE). Pero no fue un cambio de última hora, sino una mala interpretación.

-- ¿Pidió Ciudadanos Oviedo votar no a los Presupuestos?

-No sé qué decirle, no tengo información sobre esto.

- ¿Hubo movimientos en Asturias pidiendo el no a las cuentas?

-Lo desconozco.

- ¿Influyó en la negativa a las cuentas que Ciudadanos sea socio del PP en Oviedo?

-No me consta.

- ¿Cómo está afrontando Ciudadanos la fuga de diputados?

-Este es un tiempo de ajustes. Nuestro partido se mueve buscando una salida a esta situación. Habrá cambios en dos meses, cuando los órganos se renueven.

- ¿Cambios en la situación del partido en el espectro político?

-Mantendremos los mismos valores. Ciudadanos es un partido de centro liberal y progresista. Habrá ponencias de estrategia y de estatutos, que se debatirán en todas las agrupaciones y en la asamblea.

- ¿Puede adelantar las principales líneas estratégicas futuras?

-En este momento es muy importante un espacio de centro, que busque grandes acuerdos en torno a la Constitución para hacer frente al secesionismo. Hacen falta políticas moderadas y de amplia base.

- Parece que Ciudadanos no acaba de encontrar su sitio en el espectro político. ¿Dónde está?

-En el centro. Nos distanciaron del PSOE, partido con el que mantuvimos alianzas, sus acuerdos con los secesionistas. Pero eso no quiere decir que en otras cosas estemos tan lejos. Para nosotros no son aceptables las alianzas con populistas, comunistas e independentistas. Es nuestra línea roja.

- Les acusan de pactar con Vox.

-Directamente no hemos pactado nunca.

- Con la perspectiva que da el paso del tiempo, ¿fue un error el "cordón sanitario" al PSOE?

-Seguramente el error fue no explicar suficientemente por qué se hacía. Sabíamos la intención de constituir en Cataluña un nuevo tripartito, Podemos-ERC-PSOE. Y así estaba claro que no podíamos pactar con el PSOE. Pero también dijimos que en otros contextos estábamos dispuestos a participar.

- ¿La marcha de Rivera supone el fin del "hiperliderazgo" o continuará con Inés Arrimadas?

-Rivera fue un presidente excepcional, fundador del partido, que durante 13 años desarrolló y lideró el proceso de implantación nacional. Pero ahora hay muchos líderes y Rivera, al dimitir, recomendó partir de las bases, no de "preliderazgos". El partido está por "reconfigurarse".

- Hasta ahora solo se ha postulado para dirigir el partido Arrimadas, ¿surgirá alguien más?

-Es muy probable, porque ser candidato es muy fácil, basta con tener un equipo y un programa y no hacen falta avales, ni nada más.

- Será difícil vencer a Inés Arrimadas...

-Estamos en un proceso de debate a fondo sobre el modelo de partido, así que pueden surgir nuevos liderazgos. Las posibilidades están abiertas y, aunque es verdad que la opinión de Inés Arrimadas tiene notoriedad, no hay delfines.

- ¿Cómo prepara la asamblea general de marzo?

-Con mucho cuidado. Es un momento delicado porque se aborda la sucesión de Rivera y queremos que el proceso cohesione al partido, que el nuevo liderazgo parta de la base y que se elabore un proyecto renovado para una nueva etapa. Lo más importante es llamar a la participación de los afiliados.

- ¿Qué opinión le merece el nuevo gobierno?

-La primera impresión es preocupante. Tenemos mucho contacto con la situación de los catalanes constitucionalistas, que llevan demasiado tiempo desamparados por el Gobierno de España. Y la fórmula económica que se propone supone un riesgo para la clase media.

- ¿Sigue creyendo en la "gran coalición" PSOE-PP-Cs?

-Sí. La aplicación del 155 en Cataluña agrupó a los partidos constitucionalistas y generó esperanzas, pero se rompió. La clase dirigente catalana jugó a la polarización y provocó una ruptura social, que podría extenderse al resto de España. Hay partidos que ven cómo sus resultados electorales mejoran en situaciones de alta polarización, pero la víctima de esa situación es la sociedad, que pierde calidad, algo que no necesita España.

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