Entre los expertos, hay unanimidad en que hace falta "un gran cambio" en el mapa de la justicia asturiana. Pero hay desacuerdo en cómo hacerlo, como ayer se vio en una mesa redonda organizada por el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) y coordinada por el jurista Javier Junceda. El decano del Colegio de Abogados de Oviedo, Luis Albo, y la viceconsejera de Justicia del Principado, Encarnación Vicente, se oponen a la supresión de partidos judiciales en la región, hoy en día dieciocho, ya que ello les "alejaría" de la ciudadanía y afectaría "gravemente" al interés de las poblaciones rurales. "No podemos olvidarnos del problema de la despoblación. Para nosotros, mantener servicios es una herramienta eficaz para fijar población", incidió Vicente. En contra, la opinión de la magistrada del partido judicial de Valdés, Marta Huerta, que soporta una "elevada" carga de trabajo, y el vocal del Consejo General del Poder Judicial, Álvaro Cuesta, quien advirtió que en España existe una "justicia de dos velocidades".

Con el nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), Jesús María Chamorro, sentado en primera fila, Cuesta aseguró que en los órganos judiciales existe "mucho desequilibrio y desproporción". Como prueba, los siguientes datos nacionales: el 21% de los órganos rebasan la carga de trabajo recomendada y el 24% se sitúa por debajo. "Esto demuestra que hay un mal mapa de reparto de la justicia. En Asturias hay partidos judiciales con un solo órgano, como Valdés, por encima de los módulos recomendados de trabajo. Y otros con dos órganos, como Grado, Lena y Laviana, con escasa carga", recalcó. El jurista abogó por construir un modelo de futuro después de años de "inestabilidades y vaivenes", en los que se han aplicado "parches".

Del trajín en el juzgado de Valdés sabe bien su titular, Marta Huerta. En él "un único juez asume toda la carga judicial, hoy en aumento, y en casi una orfandad de medios". Este es, a su juicio, un ejemplo del "carácter obsoleto" de la justicia asturiana, que pese a los cambios "demográficos, económicos y de infraestructuras" sigue manteniendo la demarcación de finales de los 80. "No pueden seguir creciendo sin fin los órganos judiciales. Hay que aumentar la plantilla de jueces pero concentrándolos en territorios donde existan medios suficientes", afirmó. Para la magistrada de Luarca, la solución pasaría por abrir pequeñas oficinas de apoyo en los núcleos rurales.

El decano del Colegio de Abogados de Oviedo, Luis Albo, fue muy crítico con el Ministerio de Justicia, al que acusó de "falta de información acerca del modelo que pretende", y con la propuesta que hizo el Consejo General del Poder Judicial en 2012 de reducir a ocho el número de partidos judiciales en Asturias. "De momento no necesitamos una nueva demarcación, quizá esa sería la última propuesta que habría que hacer", expresó. Albo señaló que la concentración de partidos traería consigo una justicia "más alejada y menos eficaz". En la misma línea se pronunció la viceconsejera de Justicia, Encarnación Vicente, que insistió en que cualquier transformación requiere "el mayor consenso posible" en el sector y "es ahí donde hay más problemas".