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"Llevamos año y medio trabajando gratis", denuncian 65 becarios predoctorales

Los científicos más jóvenes critican la demora de las "becas tortuga", que se suma a "una cadena de despropósitos acumulados desde 2015"

"Llevamos año y medio trabajando gratis", denuncian 65 becarios predoctorales

"Llevamos trabajando gratis desde hace un año y medio". Esta es la denuncia lanzada ayer por 65 becarios predoctorales de la región, en lo que constituye un episodio más -todos ellos muy similares- de una situación que se suma a "una cadena de despropósitos acumulados desde 2015". ¿El motivo? El reiterado retraso que sufren las convocatorias del Programa de Ayudas "Severo Ochoa", destinadas a que jóvenes científicos puedan dedicar cuatro o cinco años de su vida a realizar el doctorado. Las repetidas demoras han propiciado que a estas ayudas se les haya dado el seudónimo de "becas tortuga".

La mayor parte de los afectados pertenecen a la Universidad de Oviedo, y un pequeño número a los centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) emplazados en Asturias. Todos ellos se han unido para defender sus intereses comunes en la Asamblea por el Futuro de la Investigación (AFIA).

El comunicado difundido ayer por este colectivo pone de relieve "el retraso acumulado en la resolución definitiva de las ayudas Severo Ochoa del pasado año por parte del Gobierno del Principado". La resolución provisional ya fue publicada el pasado 16 de octubre. A continuación, los solicitantes de las becas dispusieron de diez días para presentar alegaciones. Poco tiempo después, recibieron las respuestas a sus argumentos. Sin embargo, a día de hoy no ha sido publicada la decisión oficial y definitiva que ha de permitir que empiecen a percibir el dinero que les corresponde.

Los portavoces de AFIA explican que desde la Consejería de Ciencia, Innovación y Universidad se les aseguró el pasado diciembre que las personas contratadas "se incorporarían a sus puestos en el presente mes de enero". Sin embargo, "seguimos esperando por la resolución que permita dicha incorporación y no se nos ofrece ninguna fecha aproximada para ello".

Buena parte del colectivo inició su etapa predoctoral en septiembre de 2018. "Tenemos asumido que el primer año no vamos a tener beca, pero estar así año y medio no es de recibo y resulta muy gravoso para nuestro bolsillo", explicó a este periódico una integrante del grupo. El verano pasado, el presidente del Principado, Adrián Barbón, presentó la creación de la Consejería de Ciencia como una de las grandes apuestas de su Gobierno. Sin embargo, estos jóvenes investigadores no han percibido cambio alguno. No dudan de las "buenas intenciones" del consejero de Ciencia, Borja Sánchez, y de su equipo. Pero agregan: "Tiene que comprender que nuestra situación de trabajar sin cobrar es muy complicada".

Según los miembros de AFIA, los retrasos de las ayudas tienen una segunda derivada: "Los programas de doctorado cuentan con un límite de permanencia de cinco años, de modo que haber consumido ese año y medio se traducirá en que las personas beneficiarias de las ayudas nunca lleguen a disfrutar del total de cuatro años de sueldo que les corresponden".

La asamblea de investigadores indica que, desde 2015, "hemos perdido 40 contratos a causa de la omisión de dos convocatorias anuales y se han normalizado los retrasos en cada trámite del proceso". El producto de esta deficiente gestión, apostillan, es "más precariedad laboral para un colectivo castigado de por sí y el menoscabo de la calidad de la actividad investigadora en la Universidad asturiana".

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