"Nos vamos de Asturias con la satisfacción de constatar que lo que hemos planificado para la sanidad canaria es posible". Así se pronunció ayer la consejera de Sanidad de Canarias, la socialista María Teresa Cruz Oval, tras su visita al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y al Hospital Álvarez-Buylla, de Mieres. A la consejera canaria no le duelen prendas en dibujar con detalle lo que considera una situación poco menos que caótica en el sistema sanitario público del archipiélago.

Algunos datos significativos citados por la titular de Sanidad sobre su propio negociado: un 64 por ciento de plantilla sin plaza fija; un hospital que empezó a construirse en 2004 en el sur de Tenerife y que a día de hoy aún no está en servicio; un concurso-oposición de médicos cuyo examen se realizó en 2007 y que no tuvo resultados definitivos hasta el mes pasado; una isla, Fuerteventura, con una dotación sanitaria absolutamente insuficiente... "Me atrevo a decir que tenemos un problema grave en Canarias con la sanidad", asevera la Consejera.

Eso sí, Teresa Cruz subraya que lleva en su actual puesto desde el 18 de julio del año pasado, que en estos meses ya ha adoptado medidas correctoras -por ejemplo, la supresión del copago de medicamentos para pensionistas que ingresan menos de 18.000 euros anuales- y que todos los problemas de la red sanitaria son responsabilidad de los 26 años de gobiernos de Coalición Canaria.

La consejera de Sanidad es diplomada en Trabajo Social por la Universidad de La Laguna y experta en intervención familiar y menores. Forma parte de un Ejecutivo cuatripartito de izquierdas surgido del denominado "pacto de las flores". Presidido por el socialista Ángel Víctor Torres, está integrado por PSOE, Nueva Canarias, Sí Podemos y Agrupación Socialista Gomera (ASG).

El panorama de las próximas semanas va a ser movido para Teresa Cruz. "Tenemos organizada una buena", admite. Se trata de un preaviso de huelga de médicos interinos del Servicio Canario de la Salud (SCS) para el 12 de febrero por parte de los sindicatos UGT, CC OO y Sindicato de Enfermería (Satse), con un motivo fundamental, el desacuerdo con los criterios de una oferta pública de empleo (OPE), y otra serie de reivindicaciones. "En los próximos cuatro años podemos dar la vuelta a la situación, y para ello tengo la complicidad del pacto de estas cuatro fuerzas políticas. Disponemos de un presupuesto de 3.140 millones y necesitamos ir creciendo a razón de 140 millones anuales para conseguirlo", argumenta