"Gloria" pasó por Asturias azotando la región con potentes rachas de viento frío del Norte y Nordeste, nieve en las alturas, marejada en la mar y las dificultades habituales para la comunicación por tierra y aire. La primera borrasca del año, de intensidad concentrada de forma extraordinaria en el Mediterráneo, agitó también el oleaje en el Cantábrico y aceleró el viento hasta registrar en el alto de Leitariegos, pasadas las nueve de la noche de ayer, la ráfaga más fuerte de la jornada en España: 133 kilómetros por hora. La virulencia de un temporal que se cebó con en el levante peninsular obligó a cerrar el aeropuerto de Alicante y a cancelar el vuelo que a primera hora de la tarde debía haber conectado la capital alicantina con el aeropuerto de Asturias. El doble enlace de ida y vuelta tenía la llegada a Santiago del Monte prevista para las dos y cuarto de la tarde de ayer y la partida hacia Alicante, para las 16:35 horas.

En las carreteras, la nieve obstaculizó varios pasos montañosos desde primeras horas de la mañana. El de Pajares fue recuperando la normalidad tras pasar varias horas cerrado para camiones y a última hora del día se pedían cadenas para pasar San Isidro, Tarna, Somiedo, San Lorenzo y Ventana.

El temporal, que empieza a despedirse, prolonga hasta este mediodía la alerta, bajando el nivel del naranja de ayer al amarillo, por acumulaciones de nieve de hasta diez centímetros de espesor en las alturas de la Cordillera y los Picos de Europa, con aviso adicional por riesgo de aludes en los Picos y aún riesgo amarillo para todo el litoral, sobre todo en su área occidental, en previsión de que se formen olas de hasta cuatro metros. La cota de nieve se mantendrá en el entorno de los quinientos o seiscientos metros y se prevén precipitaciones "débiles y dispersas", fuertes vientos y, eso sí, un descenso de las temperaturas que será menos acusado en la costa a la espera de que mañana "Gloria" culmine su adiós.