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ANA SUÁREZ GUERRA | Gerente de Establecimientos Residenciales de Ancianos de Asturias (ERA)

"Hay 1.622 mayores en la lista de espera; confiamos en reducirla con más plazas"

"La población envejece y hay más expectativa de vida: hay que buscar alternativas a las residencias porque la demanda seguirá creciendo"

Ana María Suárez Guerra, gerente del ERA: "Necesitamos ampliar la plantilla porque el nivel de dependencia aumenta cada vez más"

Ana María Suárez Guerra, gerente del ERA: "Necesitamos ampliar la plantilla porque el nivel de dependencia aumenta cada vez más"

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Ana María Suárez Guerra, gerente del ERA: "Necesitamos ampliar la plantilla porque el nivel de dependencia aumenta cada vez más" Marián Martínez

Ana Suárez Guerra (Oviedo, 1970) es la nueva gerente de Establecimientos Residenciales de Ancianos de Asturias (ERA), el organismo público que gestiona las residencias geriátricas y centros de día del Principado. Esta misma semana ha vivido la primera protesta de la plantilla, "harta" de repetir viejas reivindicaciones de escasez de personal, caos organizativo y hasta falta de ropa. Con formación sanitaria (Diplomada en Enfermería y especializada en alta dirección y administración de servicios y unidades de enfermería por la Escuela Nacional de Sanidad), su visión es transversal y está empeñada en aplicar al ERA un nuevo modelo de gestión que haga a este organismo más eficaz y eficiente para abordar su razón de ser: atender y cuidar a los mayores, muchos de ellos dependientes y con cifras al alza.

- Casi no le da tiempo a ocupar el cargo y ya tiene una protesta de la plantilla.

-Las quejas las asumo. Sé que están motivadas. Ha sido una movilización lícita y legítima y convoqué al comité de empresa para la próxima semana.

- Los trabajadores se quejan de escasez de plantilla. Por cierto, ¿cuántas personas trabajan en el ERA?

-Hay 1.711 profesionales, de los que 69 están en la gerencia y el resto repartidos en los centros residenciales y de día. En cuanto a la escasez, hay unos ratios mínimos de profesionales en función de los residentes y del grado de dependencia. Salvo en dos centros, que estamos un poco por debajo, en el resto cumplimos. Pero quizás tengamos que ahondar en las necesidades de cuidado.

- También denuncian que, por desorganización, a muchos se les impidió disfrutar las vacaciones.

-En estas pasadas vacaciones navideñas hemos logrado organizarlo de manera adecuada. Lo que había ocurrido anteriormente no fue por falta de planificación, sino porque nadie esperaba que hubiera tan pocos profesionales de Enfermería en los últimos años.

- Los sindicatos han denunciado que en realidad rechazaban el trabajo por las malas condiciones de los contratos, que eran solo para cubrir vacantes de días y con baja remuneración.

-Bueno, cuando se organizan las vacaciones de tantas personas, todo el mundo debe tener instrucciones para organizarlas. Lo que ocurrió fue que por la forma de establecer el calendario, en lugar de hacer un contrato largo y con buenas condiciones, pues se hacían cinco contratos de pequeños periodos de tiempo cortos y claro, peor remunerados. Pero ya nos hemos comprometido a negociar para hacer las cosas de otra manera y evitar estas situaciones, ofreciendo contrataciones más largas y con mejores retribuciones.

- Dicen los trabajadores que llevan años sin recibir ropa.

-Tenemos algunos problemas. Hubo una contratación y se retrasó la entrega. Ya se han recibido uniformes pero vienen sin identificación. Así que ahora se van a serigrafiar y repartirán.

- El ERA le tuvo que devolver dinero a los herederos de residentes fallecidos en sus geriátricos a los que se había cobrado de más. ¿Ya se saldó toda la deuda?

-El año pasado se pagaron 840.000 euros. En seis meses todos los expedientes pendientes estarán liquidados porque, aunque parezca increíble, hay afectados que no han solicitado la devolución del dinero, y todavía hay algunos, pocos, que no se ha completado la tramitación porque no han presentado toda la documentación.

- Oiga, haciendo el repaso así, da sensación de cierto caos en el ERA.

-No hay caos, pero tenemos que trabajar con datos, medir lo que hay, lo que hacemos y lo que tenemos que hacer, y así sabremos en qué hay que incidir para mejorar. Trabajar en calidad marca un espacio de mejora continua y hay que establecer unos objetivos que habrá que cumplir.

- ¿Por dónde va a empezar?

-Estamos en fase de diseño para establecer un contrato programa con la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar e implantar indicadores esenciales: lista de espera, calidad en la atención directa; seguridad en los centros y hasta el número de caídas que se sufren y por qué. Vamos a trabajar con otras direcciones generales, como planificación, mayores, vivienda, sanidad, dependencia... Hay que abordar esta labor de manera transversal e integral.

- ¿Y cómo afectará a los profesionales?

-Pues traerá cambios porque queremos mejorar y habrá que profundizar en la formación y el conocimiento, centrando la atención en la persona en un sentido completo. Y tenemos que mejorar en la comunicación interna y también en la relación con las familias.

- ¿Qué lista de espera hay en el ERA?

-Están esperando plaza en un centro residencial 1.622 personas. El área central es la más demandada y esperamos que se reduzca con la apertura de las nuevas plazas en el Naranco en febrero, que serán 66, otras 30 en Tineo para el verano, y esperamos que en diciembre se acaben las obras del nuevo centro de Lugones, que serán 120 más en el primer trimestre del próximo año. Estas aperturas también supondrán contrataciones y reducir la lista de espera, que aún así seguirá creciendo porque la población envejece y con expectativas de una vida larga. Hay que buscar alternativas.

- ¿Como la figura del asistente personal?

-Es una posibilidad, como también está el cuidador informal, y el voluntariado, que da cobertura a muchas necesidades. Otra posibilidad es la de concertar plazas, aunque nuestra apuesta es la pública. También vamos a analizar la posibilidad de que las plazas destinadas a personas con autonomía que no están demandadas, podamos convertirlas para dedicarlas a personas que tienen dependencia y necesitan otro tipo de atención.

- ¿Y el modelo nórdico de comunidad de viviendas con espacios colectivos?

-Esa idea es muy interesante y en otros países hay modelos consolidados que nos pueden servir de ejemplo. Esto tiene que ver con el trabajo transversal entre direcciones generales que debemos impulsar. Hay que desarrollar modelos nuevos de convivencia que además son muy enriquecedores. Esta es una idea que tenemos sobre la mesa.

- ¿Cuándo van a abrir la unidad de convalecencia en Gijón?

-La idea es ponerla en marcha en el primer trimestre de este año. Estamos trabajando con Salud para cerrar los flecos del acuerdo que hay pendientes y que tienen que ver con la coordinación y la atención directa. La persona es la misma con independencia de dónde esté ingresada, y necesita los mismos cuidados y atención, por lo que es necesario homogeneizar los protocolos para evitar problemas posteriores.

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