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Salud investiga un posible brote de paperas en varios colegios de la región

El Auseva, de Oviedo, decide aplazar los exámenes a los estudiantes con síntomas y que se queden en casa para tratar de evitar más contagios

Vacunación de un niño. LNE

Una brote epidémico de paperas (parotiditis) puede estar en marcha en Asturias. La Consejería de Salud está investigando las noticias de acumulaciones de casos que varios colegios de la región, principalmente de Oviedo, han comunicado a las autoridades sanitarias. Según los primeros datos disponibles, la mayor parte de los afectados son adolescentes, y el efecto de la supuesta epidemia también está repercutiendo en algunos clubes deportivos, que están viendo mermadas sus plantillas y alteradas sus actividades. Uno de los colegios afectados, el Auseva, ha decidido aplazar los exámenes a los estudiantes con síntomas y que se queden en casa para tratar de evitar más contagios.

Los últimos brotes significativos de paperas en la región tuvieron lugar en 2012 y 2013, con 1.350 y 1.588 casos, respectivamente. Fuera de esas situaciones, la prevalencia es muy baja, por debajo del centenar de afectados cada año: en 2019, un total de 53 en el conjunto de Asturias; en 2018 fueron 54.

En el caso que nos ocupa, los técnicos del Principado deberán determinar ahora las dimensiones del hipotético brote, el agente causante y la posibilidad de que lo sucedido se deba a un fallo de la vacuna. Todo ello requerirá la práctica de análisis que pueden llevar varios días. La parotiditis puede ser provocada tanto por el virus específico como por otros virus respiratorios que producen una inflamación de las glándulas parótidas. En cualquier caso, la sintomatología no acostumbra a ser grave: fiebre, malestar general y dolor local. "El tratamiento suele limitarse a paracetamol y lo normal es que el paciente esté recuperado por completo en un plazo que oscila entre algunos días y dos semanas", explica el pediatra Venancio Martínez, vicepresidente del Colegio de Médicos de Asturias. Durante un tiempo hubo un problema de suministro de la vacuna de la parotiditis, pero la situación ya está normalizada, según el Principado.

La dirección del colegio Auseva, de Oviedo, envió el lunes una circular a los padres pidiéndoles que si sus hijos tienen síntomas de paperas se queden en casa para evitar posibles contagios. La advertencia ha llegado después de registrar cuatro casos en un solo día y de la aparición de algunas evidencias de la infección en otros tres estudiantes, todos ellos de los cursos de Bachillerato.

Los directivos del centro educativo se comprometen a facilitar el cambio de fecha de los exámenes para que los estudiantes puedan quedarse en casa para recuperarse y poner freno a la propagación de la enfermedad. No obstante, insisten en que las medidas son preventivas. "No se trata de alarmar, sino de prevenir más contagios pues es una enfermedad que se puede extender relativamente fácil", precisa la directora del centro, Berta Torre.

Si bien la dirección habla de alrededor de una media docena de casos confirmados, otras fuentes del centro educativo apuntan ya a unas 16 ausencias forzadas por la enfermedad. Ante este brote, el Auseva ha decidido poner la situación en conocimiento de las autoridades regionales. Desde el Principado les han confirmado que se han registrado ya más casos similares en otros centros de Oviedo, pero también restan peso a las cifras registradas hasta el momento.

Días clave

Por su parte, los padres agradecen el gesto de los responsables del centro de tomarse la molestia de intentar atajar un problema de salud antes de que el brote se convierta en toda una epidemia en la comunidad escolar.

La circular trata de trasladar la situación "de manera cuidadosa" a los padres de los alumnos afectados, todos ellos con edades comprendidas entre los 16 y los 18 años. "Esperamos que se pueda evitar mayor propagación, y que los casos que ya hay se recuperen cuanto antes", señala la comunicación de los responsables del centro educativo.

Los próximos días serán claves para conocer el alcance del brote. A priori se confía en que las medidas preventivas frenen los contagios, pues tanto los cuatro primeros casos detectados como los otros tres que presentaban ya los primeros síntomas decidieron quedarse en casa ante el riesgo de favorecer la propagación de la patología por las aulas.

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