El plan del Gobierno de Pedro Sánchez para "reanimar" las autopistas quebradas que tuvo que rescatar el año pasado está funcionando a medias. Porque si bien está aumentando el número de usuarios, gracias sobre todo a las rebajas aplicadas, las cuentas no mejoran y siguen en números rojos, generando pérdidas. El tráfico en estas nueve autopistas, entre las que se cuentan las radiales de Madrid, el acceso al aeropuerto y varios tramos en el corredor Mediterráneo, se ha incrementado en un 9 por ciento durante el primer año de gestión pública. La razón de este aumento se debe a que se han aplicado rebajas del 30 por ciento sobre las tarifas anteriores, no se ha subido la tasa este año (a diferencia de lo que se ha hecho en el Huerna y el resto de la red) y son gratuitas durante la noche. El aumento del tráfico, casi 700 vehículos más al día de media, no ha llegado a compensar las rebajas aplicadas.

Por su lado, en los tramos Tarragona-Valencia, Valencia-Alicante y Sevilla-Cádiz, que dejaron de ser de pago el pasado 1 de enero, el tráfico aumentó un 77 por ciento, aunque el elevado número de vehículos que ahora circulan por esos tramos, buena parte de ellos de gran tonelaje, ha provocado que la velocidad media haya disminuido. Ocurre justo lo contrario en las carreteras nacionales que avanzan paralelas a estas autovías: menos tráfico y aumento de la velocidad media.

El Ministerio de Transportes, finalmente, anunció ayer que no pagará por el rescate de la M-12, que une Madrid con la terminal 4 del aeropuerto de Barajas. Según sus cuentas, la Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA) ascendía a 54,37 millones de euros, pero estima en 194,72 millones la cantidad que necesitará para hacer frente a expropiaciones e indemnizaciones pendientes de pago, por lo que el importe resultante es de 140,35 millones negativos para los tenedores de los derechos de cobro, que ahora tienen 15 días para alegar. En las próximas semanas se abrirá el trámite de audiencia del resto de autopistas rescatadas.