La Junta General del Principado es el único parlamento autonómico del país con grupos políticos de tan solo dos miembros. Una situación anómala, a juicio de los expertos, porque en caso de discrepancias internas convierte en mucho más complejo poder dirimirlas, como ha quedado de manifiesto recientemente con la disputa de los dos diputados de Foro que ha acabado en los tribunales. Pero cuestiones formales al margen, el incremento en tres grupos parlamentarios de solo dos diputados también lleva consigo el aumento del coste salarial así como de las asignaciones para los grupos parlamentarios: casi dos millones más para este mandato.
Donde al inicio de la legislatura había un grupo mixto, con derecho a un portavoz titular y uno adjunto, que debían rotarse entre los tres partidos que lograron dos diputados cada uno (IU, Foro y Vox), una modificación al principio del curso político habilitó los grupos parlamentarios de solo dos diputados, multiplicando así el coste salarial, ya que ahora hay dos portavoces titulares más y un portavoz adjunto más de lo previsto inicialmente.
Cada grupo político tiene derecho a un portavoz titular y a uno suplente. Tras los resultados de las elecciones autonómicas de mayo de 2019, solo cuatro partidos habían alcanzado los votos suficientes para contar con tres o más diputados, cifra requerida en el Reglamento de la Junta General del Principado para formar grupo parlamentario propio: el PSOE, el PP, Ciudadanos y Podemos. Mientras, los otros tres partidos con representación política se quedaron a las puertas de conseguir grupo, con dos diputados, IU, Foro y Vox. De hecho, la Mesa de la Junta habilitó el 2 de julio pasado que el Grupo Mixto repartiera entre estos tres partidos los recursos, en forma de asignaciones, de un fijo de 19.680 euros y un módulo variable de 2.500 por cada parlamentario. Apenas cuatro semanas después, el Pleno aprobaba con los votos del PSOE, IU, Foro y Vox la reforma por la que la Junta quedaba formada por 7 grupos políticos, lo que entrañaba un coste añadido de 472.320 euros anuales, que multiplicados por los cuatro ejercicios de una legislatura suponían un encarecimiento de unos 1,9 millones de euros en las asignaciones de los grupos, en la práctica la principal fuente de financiación de los partidos. Además también subió la factura de los salarios, ya que los dos diputados de Foro (Adrián Pumares y Pedro Leal) y de Vox (Ignacio Blanco y Sara Rouco, los únicos que no perciben dedicación exclusiva) pasaron a cobrar el plus de portavoz titular, 689 euros más, o de suplente, 344 euros más, mientras que la diputada de IU, Ángela Vallina, también pasó a percibir el plus de portavoz titular ya que el otro parlamentario de la coalición era miembro de la Mesa. 96.432 euros más para el cómputo de la legislatura.
