"Todos los experimentos y resultados se han reproducido, y todo lo que se dice en esos artículos es cierto y relevante". Así se expresó ayer el neurocientífico Jesús Ávila en relación con los nueve trabajos del investigador asturiano Carlos López Otín retirados a finales de 2018 y principios de 2019 por las revistas científicas "Journal of Biological Chemistry (JBC)" y "Nature Cell Biology".
Esta valoración del profesor Ávila coincide sustancialmente con las de los 54 integrantes de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España (RAC), a la que pertenece el catedrático de la Universidad de Oviedo. Desde diversas instancias se había solicitado un pronunciamiento oficial de esta institución. Y el dictamen ha llegado: "La RAC no ha encontrado evidencia alguna de fraude en ninguna de las publicaciones firmadas por el Prof. Carlos López-Otín, que ha visto cómo su reputación ha quedado impropiamente menoscabada".
Otro miembro de la Real Academia de Ciencias, Carlos Belmonte, exdirector del Instituto de Neurociencias de Alicante y miembro del equipo investigador del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, explicó a LA NUEVA ESPAÑA el procedimiento seguido por la institución. La cuestión fue analizada inicialmente por la sección de Ciencias Naturales y, a continuación, llevada al plenario, donde la declaración de la RAC recibió un apoyo unánime el pasado 29 de enero. "Concluimos que a alguno de los trabajos del profesor Otín pueden atribuírseles algunos errores, pero en ningún caso defectos que pongan en duda la calidad e importancia de sus descubrimientos, ni que permitan cuestionar la seriedad y honestidad de su autor". Según Carlos Belmonte, la Academia "no ha encontrado datos que justifiquen la severidad de las decisiones que han adoptado las revistas científicas implicadas".
La RAC precisa en su comunicado que en las publicaciones retiradas "hay alteraciones en la presentación de las figuras, concretamente duplicaciones de paneles o carreras de electroforesis, lo que no constituye una práctica científica adecuada y debería haberse evitado". Sin embargo, la institución tiene la certeza de que esto no significa, "en ningún caso, un intento de modificar las conclusiones científicas de los artículos". Por este motivo, sostiene que los "problemas" detectados "deberían haberse resuelto solicitando una corrección a los autores, que se habría publicado en las correspondientes revistas", y concluye que "la imposición de una retractación no se justifica en ningún caso".
Luis Franco, catedrático emérito de Bioquímica de la Universidad de Valencia y también académico, hizo hincapié en que, con la retirada de los artículos, "se causa un daño irreversible y se le incluye en el mismo saco que a los falsificadores, lo cual es radicalmente injusto porque el profesor López Otín es una persona honrada a carta cabal". A juicio del profesor Franco, "nuestra declaración no es una defensa a ciegas". Y añade: "Después de estudiar toda la documentación, hemos visto que, en efecto, había unas ciertas irregularidades, pero totalmente irrelevantes y que no modifican para nada los resultados de los artículos. No se trata de un fraude científico, ni muchísimo menos".
Jesús Ávila, director científico del Centro de Investigación Biomédica En Red para Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) indicó que Otín "es un excelente científico, de los mejores de nuestro país, y debe seguir trabajando como hasta ahora. Confiamos en que vuelva a la actividad investigadora, eso será una buena noticia".
