"Esto no ye normal". Así expresaron en la calle ayer los asturianos su queja y malestar por haber tenido que salir de casa con paraguas -los que lo hicieron pronto, ni eso, y luego se mojaron- debido a la lluvia. Nada raro en una región lluviosa como es el Principado, pero sí después de tres días de febrero soleados y de temperaturas más que veraniegas: "Ayer (por el lunes) en manga corta y hoy con el chubasquero y la bufanda; no puede ser verdad".
Porque ayer la máxima en la región cayó 10 grados: de los 27 registrados el lunes en Bargaéu (Piloña) se pasó a los 17,4 en Castropol. Las mínimas cayeron, aunque no tanto, pues fue de 2,7 grados, en Degaña y de 3,9 había sido el lunes en Leitariegos (Cangas del Narcea).
Así las cosas, en El Fontán (Oviedo), en la plaza al aire libre, los vendedores de paraguas hicieron su agosto: "Sí que se nota la venta, sobre todo de gente a la que la lluvia pilló por sorpresa".
Fueron los pocos que despacharon algo, porque el agua y el fresco (mucho frío no hizo) ahuyentó a los viandantes de los puestos al aire libre, escasos y solitarios, después del bullicio y las buenas ventas de los tres primeros días de febrero.
Hoy, según la Agencia de Meteorología, no hará falta salir con paraguas, pues no se anuncian lluvias. Pero sí que será más necesario que ayer el abrigo y los guantes, pues las temperaturas vuelven a caer algo y la máxima se anuncia para Cangas del Narcea: 15 grados.
Los quejosos por el agua están de enhorabuena, pues la recta final de la semana será más bien seca y de nuevo soleada. Jueves y viernes vuelve el sol, con esas nubes y temperaturas, si no tan cálidas como las de días atrás, mejores que las de ayer y hoy.
