Alejandro Suárez, coordinador interino de IU de Asturias, propone la coordinadora recién elegida como "itinerario" de la búsqueda de una solución para el conflicto abierto con la dirección federal de la coalición. Al día siguiente de que la directiva nacional que lidera Alberto Garzón acordase no reconocer a la nueva directiva asturiana por no haber sido elegida en primarias -como exigen los estatutos federales-, Suárez quiso intervenir ayer para rebajar la tensión, pedir "un tiempo de silencio, de trabajo, de reflexión", y prometer la búsqueda de un remedio que encaje "en el marco estatutario común para toda España". Que vaya, dijo resucitando el espíritu conciliador de Torcuato Fernández-Miranda, "de la ley a la ley, pasando por la ley".
No explicitó planteamientos concretos. Avanzó, esto sí, que no será repitiendo el proceso electivo del pasado fin de semana para someterlo al sufragio universal de toda la militancia, como reclama el sector crítico de Asturias, afín a las tesis de la dirección de Garzón. "Entiéndase o no que está fuera de sus estatutos", la coordinadora elegida en Gijón será el ámbito de debate, destaca Suárez, que invita a tener en consideración que en ese órgano "hay una parte que no está sujeta a controversia" y de la que forman parte todos los coordinadores locales de la coalición, que no se eligen, que son miembros permanentes del organismo y entre los que se cuentan algunos de los representantes de la facción crítica y minoritaria de la organización en Asturias -los de Langreo y Avilés, por ejemplo.
"Ellos se pueden expresar allí", resalta el coordinador, "y a partir de ahí tendremos que trasladar a las estructuras federales de la organización una solución de la que ellos mismos puedan ser partícipes". Se busca, y a su juicio es posible encontrarlo, un camino estatutario "que no violente los estatutos de nadie", ni los federales que exigen la elección de la coordinadora en primarias, ni los de IU de Asturias, que admiten el modelo de designación arbitrado el pasado fin de semana en Gijón, entre los delegados de la asamblea.
Suárez no contempla repetir ningún proceso, da por cierto que "vamos a hacer nuestro trabajo, y lo vamos a hacer bien", y reafirma que "el punto de encuentro pasa por buscar soluciones hacia el futuro. Obviar cualquier tipo de legitimidad democrática sería un grave error. Lo inteligente es respetar siempre la legitimidad de la parte con la que no estás de acuerdo". El coordinador asturiano vuelve a dejar claro, rebatiendo también así las opiniones de la facción más afín a los postulados federales, que en la dirección asturiana "no existe ni existirá un interés separatista. IU de Asturias forma parte, política y jurídicamente, del corazón de IU". Tampoco percibió en la reunión del lunes ánimo alguno de distanciamiento desde los dirigentes que intervinieron en la reunión en representación de la coordinadora nacional, el secretario general y ministro de Consumo, Alberto Garzón, y el secretario de Organización, Ismael González. "El marco está sentado", concluyó ayer Suárez, "ni ellos quieren que nos vayamos ni nosotros, desde luego, nos entendemos como parte de otra cosa que no sea IU".
La coordinadora federal decidió en su reunión de anteayer no reconocer a la dirección asturiana y dar a las partes enfrentadas en el Principado un plazo para alcanzar un acuerdo hasta el próximo día 22, la fecha de la próxima reunión de la asamblea política y social de IU, máximo órgano ejecutivo de la organización entre congresos. De no conseguirlo, Madrid abriría un "conflicto de competencias" y encargaría su resolución a una "comisión paritaria" con representación de las dos federaciones. Antes de esa fecha, está prevista la convocatoria de la nueva coordinadora de Asturias para iniciar el proceso de búsqueda de soluciones.
