Enero ha sido un mes "horribilis" desde el punto de vista epidemiológico: la región ha registrado 16.488 casos de gripe, la cifra más alta en un mes de enero desde hace al menos 15 años. Entre tanto, los sistemas de información de la Consejería de Salud han detectado 62 casos de parotiditis (paperas), una cifra superior a la computada en todo el año 2019 (53), en todo 2018 (54) y en todo 2017 (60 casos). La epidemia de gripe ya está en declive después de varias semanas de subida, mientras que de paperas están llegando al laboratorio muestras de una multitud de casos sospechosos de las que en torno a un 25 por ciento están dando positivo.
Este periódico anticipó el pasado 22 de enero la aparición de un posible brote de parotiditis en Oviedo y alrededores. Los afectados: adolescentes en edad de Bachillerato (16-18 años) de varios colegios. Algunos centros educativos informaron de la situación a los padres mediante cartas circulares, encareciéndoles a que sus hijos con síntomas se abstuviesen de acudir a clase durante unos días con el objetivo de evitar una extensión de los contagios. Se estima que el periodo con más riesgo de transmisión son los cinco días posteriores a la fecha de inicio de los síntomas.
Esta alarma contrastaba con el hecho de que en los primeros días del año se habían contabilizado poquísimos casos de paperas, para extrañeza de las autoridades sanitarias. Una vez suscitada la alarma, la Consejería de Salud recordó a los médicos de atención primaria el protocolo que han de seguir en este tipo de casos, subrayándoles que deben enviar al laboratorio muestras de saliva y orina para su cultivo.
La Administración reiteró en su mensaje que la parotiditis es una enfermedad de declaración obligatoria. Por lo que "debe ser notificada por todos los médicos tanto del sector público como privado que establezcan una sospecha diagnóstica de dicha enfermedad".
Uno o más focos
A raíz de este llamamiento, el laboratorio del HUCA ha comenzado a recibir un aluvión de muestras de las que están dando un resultado positivo "aproximadamente el 25 por ciento", según fuentes sanitarias. Desde la Consejería se barajó la posibilidad de que todos los casos declarados de gente joven tuvieran su origen en "un foco único" ajeno al ámbito educativo, un punto de encuentro en el que tuvieron lugar "una actividad común y un contacto estrecho entre ellos", con intercambio de vasos y quizá de algún fluido (saliva...). Con posterioridad, indican fuentes sanitarias, han ido surgiendo casos de parotiditis "en toda Asturias", lo que podría alimentar la tesis de que el epicentro sea mixto. No existe un pronunciamiento definitivo al respecto.
Los expertos consideran factible que Asturias se halle bajo uno de esos brotes epidémicos de parotiditis que surgen de forma periódica debido a la limitada efectividad de la vacuna, que se sitúa entre el 75 y el 80 por ciento, frente al casi 100 por ciento de las inmunizaciones del sarampión y la rubeola, que se aplican con la de las paperas en la denominada vacuna triple vírica. En 2019, hubo brotes en varias comunidades autónomas. En este mismo momento, hay uno en marcha en País Vasco. En Asturias, en lo que va de siglo se han registrado tres: en 2002, 2007 y 2012-13. En este último periodo se confirmaron 2.900 contagios. Solo en enero de 2013 se computaron 398. Fuera de esas situaciones, Asturias no suele rebasar el centenar de afectados al año.
En cuanto a la gripe, los 16.488 casos declarados en enero constituyen la cifra más alta del primer mes del año que recogen los registros de la Consejería de Salud publicados en su página web. Las tablas estadísticas disponibles se remontan a 2006. La cifra de este enero casi duplica los 9.458 casos de enero de 2018, casi triplica los 6.705 de enero de 2019, casi cuadruplica los 4.758 de enero de 2016 y casi multiplica por 11 los 1.541 casos de gripe de enero de 2010. La cuantía más aproximada son los 15.766 enfermos de gripe de enero de 2011, y los 11.031 de enero de 2014.
Según la Consejería de Salud, la epidemia de la gripe ha remitido por segunda semana consecutiva, con una disminución de casos "en todas las edades, excepto en el grupo de 5 a 14 años, en el que se mantiene".
