La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La jueza admite una querella contra un funcionario del Principado por la caza de lobos

Un grupo ecologista acusa a un jefe de servicio de prevaricación por la muerte a tiros de cinco ejemplares desde 2017 "sin justificación técnica"

Lobo abatido por guardas del Principado en 2018.

Un juzgado ovetense ha admitido a trámite una querella contra el jefe de servicio de Caza y Pesca del Principado, Orencio Hernández, por un presunto delito de prevaricación administrativa por haber posibilitado la muerte de cinco lobos en Asturias en los tres últimos años sin la obligada justificación técnica. Presentó la demanda la Asociación para la Conservación del Estudio del Lobo Ibérico (Ascel). Este periódico intentó ayer sin éxito obtener la versión del denunciado.

Ascel argumenta que el lobo es en la Unión Europea una especie "protegida", "prioritaria" y "de interés comunitario", contra la que únicamente se puede actuar "bajo estrictas condicionantes previas", con sujeción a "obligaciones posteriores y permanentes" y con el único objetivo de "mantener o restablecer un estado de conservación favorable". Pero según un reciente informe europeo, la situación del lobo en Asturias es "desfavorable" e "inadecuada".

La asociación conservacionista defiende que la legislación europea exige que solo se pueda matar un lobo si existen "estrictas medidas de seguridad" y ante la "ausencia de alternativas". Además, solo cabe actuar contra ejemplares concretos "por razones fundadas, reflexionadas y sopesadas, objetivas y técnicas". Según Ascel, matar un lobo sin causa justificativa supone una "arbitrariedad contraria al ordenamiento jurídico", por lo que solo puede hacerse con un aval técnico, que en Asturias es responsabilidad del jefe de Caza y Pesca. Ascel, que actúa como acusación particular, sostiene que no hay constancia de que el acusado haya justificado técnicamente la muerte a tiros de, al menos, cinco lobos desde 2017.

Este colectivo ecologista ha conseguido que los tribunales prohíban la caza de lobos en Castilla y León. Pero las continuas victorias judiciales en Castilla y León no han tenido correspondencia en Asturias, donde hasta ahora Ascel siempre ha cosechado derrotas, al avalar los tribunales la gestión del Principado.

El lobo protagonizó también ayer en Madrid un congreso de ganaderos y ecologistas, en el que se concluyó que esta especie puede convivir con la ganadería extensiva, aplicando medidas preventivas, como el uso mastines guardianes o la apertura de proyectos de ecoturismo en torno a ese gran carnívoro. Entre los ponentes, la asturiana Sofía Berdasco, vaqueira de alzada, que gestiona de forma paralela una empresa de avistamiento de fauna, centrada en la observación de lobos en el entorno de Somiedo.

"El odio hacia el lobo entre los ganaderos está muy arraigado", aseguró Berdasco, para quien "el conflicto no se resolverá con enfoques simplistas". Propone darle la vuelta al problema para convertirlo en una fuente de riqueza: "Para mí, es más rentable un lobo vivo que muerto, por la capacidad que tienen estos animales para fascinar a los visitantes y, en consecuencia, fijar población rural en torno a la actividad turística".

Compartir el artículo

stats