La Guardia Civil impuso un total de 53 sanciones en la campaña de control de transporte escolar, desarrollada entre el 3 y el 7 de febrero. Se trataba de comprobar que los vehículos cumpliesen la normativa. Durante estos cinco días, se controló un total de 111 vehículos.

Afortunadamente, ninguno de los conductores dio positivo en alcohol o drogas, ni hubo denuncias por exceso de velocidad. Todas las sanciones fueron por irregularidades administrativas. Por ejemplo, 21 vehículos no disponían de la autorización especial para la actividad, y otros 20 no tenían suscrito un seguro de responsabilidad ilimitado, como exige la ley.

Otros 9 vehículos presentaban deficiencias en las puertas de servicio y emergencias, así como en sus dispositivos de accionamiento. Otro fue denunciado por no tener en regla la ITV. Además, 12 vehículos no llevaban la correspondiente señal V-10 de transporte escolar. Y dos conductores fueron denunciados por superar los tiempos de conducción.