Si reuniéramos en una gran boda a 1.000 asturianos, 38 de ellos serían empleados del Principado, 9 de algún ayuntamiento, otros 9 de la administración estatal y tres trabajarían en la Universidad. El último informe ministerial sobre el personal al servicio de las administraciones públicas (correspondiente al mes de julio 2019) constata algo que ya venía sucediendo: Asturias es la tercera comunidad con mayor tasa de empleados públicos autonómicos en su población, solo superada por Extremadura y Navarrra. Sin embargo, una comparación con los datos correspondientes a diez años atrás, en julio de 2009, revela que Asturias ha sido donde más se ha incrementado esa tasa de toda España. Es decir; en la boda del símil anterior, sería la celebrada en Asturias la que registraría un mayor aumento de empleados de la administración regional respecto a la de hace una década.
En 2009, por cada mil asturianos había 33 trabajadores del Principado, diez de ayuntamientos y otros diez de la administración del Estado. Mientras que el personal dependiente de los concejos y del Gobierno central ha disminuido en diez años, el del Principado ha aumentado en un 6,8 por ciento. Pero además, por así decirlo, la población de empleados públicos del Principado aumenta a un ritmo muy superior al que disminuyen los habitantes de Asturias, por lo que la tasa por cada mil asturianos se dispara: en 2009, esa proporción era de 33,21 empleados autonómicos por mil personas; diez años después ha pasado a 37,66 por cada mil asturianos.
La serie de evolución año a año en esta década permite comprobar el efecto de la crisis, aunque cada administración la ha gestionado de manera distinta. Por ejemplo, los empleados públicos del Estado han registrado un descenso continuado desde 2009, pasando de los 11.045 que había una década a los 8.937 del último censo. En el caso de los ayuntamientos, la crisis provocó un descenso de personal desde 2010. Había 11.748 trabajadores municipales en ese año y el número llegó a caer en 3.112 en apenas tres (un 26,4 por ciento, es decir, un tajazo de casi la cuarta parte del empleo). Pero desde entonces, el número de trabajadores de la administración local asturiana ha ido recuperándose, con ciertos altibajos, hasta estabilizarse. El último dato los cifra en 9.110.
Recortes
No ocurre así con el empleo en la administración autonómica. La época de vacas flacas ocasionó un importante recorte. Entre 2011 y 2013 se perdieron 1.400 empleos (casi un 4%). Pero a partir de ahí, todo ha sido incrementar la plantilla. En el año 2015 ya se superaba a la anterior a la crisis. En los dos últimos años, han pegado el estirón. En la actualidad están contabilizados 38.522 empleados del Principado, 2.484 más que los 36.038 de hace una década (un 7%). Si hablásemos de un concejo de trabajadores del Principado, se situaría en población entre Langreo y Mieres.
Con todo, en términos globales, Asturias no tiene la administración autonómica más pesada de España para sus habitantes. En Extremadura hay 43,42 trabajadores de la comunidad por cada 1.000 extremeños; en Navarra esa tasa es de 38,34. Pero Asturias es donde más ha crecido en 10 años. Por seguir el símil de la boda: en esa reunión de mil asturianos, además de los 59 empleados públicos, habría 265 jubilados y 133 menores de 18 años. De los 543 restantes, 7 estarían cobrando subsidio del paro, 301 tendrían empleo en el sector privado (afiliados a la Seguridad Social) y 235 serían estudiantes o personas sin trabajo no registradas en el paro.
