Llegó el mal tiempo vaticinado por Meteorología y las temperaturas cayeron casi diez grados ayer lunes respecto al domingo. Las precipitaciones, que llegaron a ser persistentes en algunos puntos, apagaron los incendios forestales que venían ardiendo, especialmente en el Suroccidente, durante el fin de semana. Ayer por la tarde, estos fuegos se daban por extinguidos, aunque, en Tineo, los Bomberos del SEPA revisaron puntos calientes en la zona de Bullacente y Coldobrero -donde el domingo quemaron algunas edificaciones-, y hoy martes volverán a recorrer esta zona para vigilar una posible reactivación del fuego. Las llamas también se apagaron en Herías (Villayón), Riopinoso (Valdés), Cutiellos (Belmonte de Miranda) y Beronda (Piloña) por efecto de la lluvia. Durante el fin de semana, las fuertes rachas de viento habían dificultado el control de las lenguas de fuego, y se llegaron a movilizar medios del Ministerio de Medio Ambiente con base en León para extinguir las llamas.

Fenómenos costeros

El riesgo se trasladó ayer a la costa, que estaba en alerta naranja por fuerte oleaje. Las olas superaron las previsiones y alcanzaron los siete metros y medio en las boyas de Gijón y Cabo Peñas, y la violencia del mar volvió a dejar estampas impresionantes en lugares como los acantilados y la playa de Guadamía, así como los Bufones de Pría, en el límite de los concejos de Ribadesella y Llanes. La alerta naranja por fenómenos costeros se mantiene hasta este mediodía, en que pasará a ser amarilla. Por tanto, conviene la máxima precaución en las zonas de costa. Eso sí, no se esperan precipitaciones, aunque las temperaturas seguirán bajando hoy martes. Nada que ver con los 23 grados que se registraron en Mieres anteayer domingo.