El presidente del Principado enfrió ayer de manera preventiva las expectativas de los alcaldes de la cuenca del Navia, cuyas reivindicaciones sobre el abandono de su carretera escuchará esta tarde en Oviedo. Los regidores socialistas de Boal, Illano, Pesoz y Grandas de Salime vienen a pedir cuentas sobre el abandono de la vía que recorre el valle y aún exhibían anteayer, pese a todas las negativas previas, cierta esperanza en una rectificación y un volantazo de vuelta al proyecto del anterior Gobierno del PSOE que ayer el Presidente frenó en seco. Va a ser que no. Traído al asunto de la AS-12 y de la Asturias perdida y vaciada de la mano de una pregunta de Ciudadanos, Barbón eludió el reproche explícito a sus antecesores, a los que reconoció con benevolencia "la mejor de las intenciones", pero pronto preguntó recorriendo con la vista el hemiciclo "si hay alguien que proponga que este Gobierno se salte la ley".

Sin afirmar expresamente que se la saltaba el proyecto diseñado y aprobado por el Ejecutivo anterior, Barbón enmendó de facto la totalidad del plan de vía rápida y arreglo integral del corredor prometido en tiempos del exconsejero y hoy senador Fernando Lastra. Esquivando con un "yo no estaba" el recuerdo de que aquel plan lo aprobó en mayo un Consejo de Gobierno de su mismo partido, el Presidente volvió sobre el argumento recurrente de su consejero de Infraestructuras y reiteró que el encargo de una nueva AS-12 mediante "peaje en sombra" convertiría los 180 millones de euros de su coste total en deuda "desde el minuto 1". Asturias incumpliría entonces "los límites de deuda y déficit y el techo de gasto" y todo eso podría desembocar en última instancia en "la intervención de nuestras cuentas".

"No hay ningún gobierno", venía de decir Barbón, "que pudiendo hacer algo en beneficio de un territorio no lo haga", y el suyo "quiere siempre más y mejor", pero partiendo "de la realidad presupuestaria y la legalidad". Sin abdicar de cumplir la redacción muy genérica del punto 321 de su programa electoral -"impulsaremos la mejora de la AS-12 como eje vertebrador de la comarca"-, lo que procede es pues "aplicar" el Plan de Infraestructuras, que prevé una actuación de mejora sobre esta vía "entre 2021 y 2030", y "los aspectos económicos y legales".

Inventarió incrementos de inversiones en el occidente, "un territorio con el que tenemos la mayor sensibilidad" -entre otras, 70 millones en infraestructuras desde 2010-, pero no respondió a la parte de la pregunta en la que la portavoz de Cs, Laura Pérez Macho, hablando de iniciativas vertebradoras de la Asturias deprimida, le pidió un balance de ejecución del plan del Suroccidente.

Torquemada y los fondos

Hablando de errores pretéritos, quedó claro que Adrián Barbón no es muy partidario de según qué revisiones críticas del pasado reciente cuando ignoró la muleta que le puso la portavoz de Podemos, Lorena Gil, sobre el informe en el que el Tribunal de Cuentas detecta serias deficiencias en la gestión de los fondos mineros. Repitió que el Gobierno ya ha asimilado las advertencias con la priorización de la capacidad de generación de empleo de los proyectos y su impacto socioeconómico sobre el territorio y al señalar Gil la "contradicción" de no reconocer errores, Barbón se apartó para que se viera que el informe acusa sobre todo al Ministerio y al Instituto para la Reestructuración de la Minería. Invitó, esto sí, a "no ir de torquemadas" y a huir de "la sospecha generalizada", defendiendo a "los gestores que han sido honestos". Con un "yo vivo en la cuenca" resaltó que la posible "mala praxis" no invalida el todo y que en las comarcas mineras "hoy no estarían muchas de las infraestructuras que disfrutamos de no haber sido por los fondos".

Las preguntas de la oposición obligaron a Barbón a defenderse de otras acusaciones de seguidismo. Además de estas ataduras con el pasado, negó las del presente con el Gobierno estatal. Jugó a las coincidencias y las discrepancias e incluyó entre éstas la reclamación de la deuda del IVA, las alegaciones al estatuto electrointensivo o la disidencia respecto a la conveniencia de impulsar la especialidad docente del asturiano sin dar de paso antes la cooficialidad de la llingua.