Los futuros docentes tendrán un año de prácticas tuteladas antes de dar clases. Así lo avanzó ayer la ministra Isabel Celaá en su primera comparecencia en esta legislatura en la Comisión de Educación del Congreso. Esta especie de MIR docente permitirá, según el Gobierno, "a los nuevos profesores incorporarse a su tarea con las garantías de una adecuada supervisión". "Es necesario contar con esta fase de incorporación progresiva a una profesión compleja que, como sucede con los médicos y los jueces, tiene que realizarse con exquisito rigor y cuidado", defendió Celaá. El año de prácticas tuteladas, que en Asturias genera dudas, es una de las novedades que incluirá el proyecto de ley (Lomloe) que derogará a la Lomce. A través de esta norma, el Ministerio también quiere "revisar" el desempeño de los profesores así como "revisar" la formación universitaria.
La versión "light" del MIR que propone el equipo de Pedro Sánchez es acogido por los sindicatos educativos asturianos con recelo. Consideran que "todo cambio que afecte a las condiciones de trabajo debe ser negociado en la mesa sectorial, cosa que de momento no se ha hecho" y se quejan de que la medida está sin concretar. "La Ministra no aclara qué tipo de prácticas plantea, quién las evaluará ni cómo ni qué retribuciones va a percibir el profesorado en prácticas", expresa Borja Llorente, secretario general de Educación de CC OO. En la misma línea se pronuncian el presidente de ANPE, Gumersindo Rodríguez, y la secretaria de FETE-UGT, Maximina Rodríguez. "No vamos a posicionarnos sobre algo que está por concretar. Hay que sentarse de una vez a negociar y consideramos que hay otras cosas pendientes, como el ingreso en la profesión o las jubilaciones", señala UGT. Para CC OO, "el problema fundamental de la educación no tiene que ver con la formación de los docentes, sino con la falta de financiación".
Los sindicatos recuerdan, además, que los profesores ya tienen prácticas, aunque no de un año. Ahora, para dar clases en Secundaria y Bachillerato es requisito fundamental estudiar un grado y luego un máster, donde hay prácticas. Para Infantil y Primaria solo hace falta sacar el grado de Magisterio y, en el caso de los centros públicos, hay que sacar una oposición que conlleva una fase práctica. Sobre la formación universitaria, la ministra Celaá adelantó ayer que en colaboración con el departamento de Universidades ya han comenzado "a revisar tanto los grados de Infantil y Primaria como el máster de Formación del Profesorado". El objetivo, dijo, es "garantizar las competencias que requiere enseñar en una escuela inclusiva".
