Ovidio Zapico será el próximo coordinador de IU de Asturias. La del diputado autonómico fue la única candidatura formalizada dentro del plazo habilitado y esa circunstancia desactiva las primarias convocadas para el próximo sábado 29. El aspirante de consenso del sector mayoritario agradeció la oportunidad tras la materialización de su propósito y el de "un amplio número de compañeros que creíamos que era necesario, en torno a la mayoría, tener un candidato único en todo este proceso de primarias". Al ser el designado, Zapico dice asumir "con ilusión y responsabilidad esta etapa nueva que se abre en mi vida política a partir de ahora".

Parte hacia el liderazgo, donde sucederá a Ramón Argüelles y al hasta ahora coordinador interino, Alejandro Suárez, con la pretensión de ser "el coordinador de toda Izquierda Unida de Asturias" y "abrir un tiempo nuevo de normalidad", una declaración de intenciones significativa para quien hereda una organización con sonoras discrepancias internas sobre la estrategia de confluencia con Podemos y el encaje de la federación asturiana, muy celosa de su identidad, en el proyecto federal que lidera el actual ministro de Consumo, Alberto Garzón, tan partidario de la convergencia con Podemos que acaba de entrar en el Gobierno de coalición del PSOE con la formación morada.

Zapico (Pola de Laviana, 1971), secretario segundo de la Mesa de la Junta, diputado autonómico desde 2015 y antes concejal de la coalición en el Ayuntamiento de Sobrescobio, confirmó su cargo al frente de la organización la víspera de una de las citas que la coalición tiene señaladas en su convulso calendario interno. IU reúne hoy en Madrid a su asamblea política y social, máximo órgano del partido entre congresos, con la crisis estatutaria de Asturias en el orden del día. Si no se plantea una solución para la disonancia entre el método de elección de la nueva dirección asturiana -entre los delegados de la asamblea del día 1 en lugar de en primarias abiertas- y los estatutos federales, la coordinadora estatal podría hacer efectiva su decisión de no reconocer a la dirección asturiana y abrir un "conflicto de competencias" que resolvería una "comisión paritaria" con representación de las dos organizaciones.