Los perros que acompañan a las personas con discapacidad tendrán derecho de acceso a los espacios de uso público, según el proyecto de ley aprobado ayer por el Consejo de Gobierno, reunido en Colombres. La nueva norma contempla la figura de las "unidades de vinculación", entendidas como la unidad funcional que forman la persona usuaria y su perro de asistencia.

La ley garantizará el acceso a las personas con discapacidad y sus perros guía a espacios de uso público públicos o privados, como transportes; lugares de esparcimiento al aire libre, incluidos parques, jardines y playas en cualquier periodo del año; y centros y dependencias oficiales, así como judiciales y de participación política y electoral. El acceso también será libre a establecimientos de venta de alimentos y de restauración, alojamientos turísticos e instalaciones deportivas, incluidas las piscinas hasta el margen de la zona de agua. Además, se les permitirá la entrada a centros de enseñanza, sanitarios, asistenciales y de servicios sociales, junto con residencias, hogares y clubes para la atención de personas, y espacios dedicados al culto religioso.

El Consejo de Gobierno aprobó también ampliar la concentración parcelaria de Tablado (Tineo) y declaró de interés público la de Carcedo de Lomes (Allande), que será redimensionada.