Antonio del Moral García es uno de los siete magistrados del Tribunal Supremo que formaron parte de la sala que juzgó el llamado "procés". Ayer impartió en la Facultad de Derecho de Oviedo una conferencia bajo el título "Justicia penal y corrupción", en la que se mostró contrario a incrementar las penas por corrupción, a la vez que abogó por mejorar los mecanismos de prevención y de control y agilizar los procedimientos penales para que "el castigo" sea lo más inmediato posible. Y aprovechó para advertir de que es necesario "avanzar" en el control de la financiación de los partidos políticos.

"El Derecho Penal es como la quimioterapia. Cuando llega el momento, no queda más remedio que aplicarlo, aunque deje daños colaterales y destrozos. Pero es más eficaz la prevención, la capacidad de detección, y hay que agilizar los procedimientos para que las penas sean efectivas y evitar la inestabilidad de las macrocausas", concretó el magistrado del Supremo ante alumnos y profesores.

El juez que participó en el tribunal y la sentencia del "procés" -juicio a nueve líderes independentistas catalanes condenados por sedición y malversación- no se refirió a ningún caso en concreto, pero sí a la financiación de los partidos políticos en términos generales. "El problema surge cuando unos pocos mandan mucho", porque "hay discrecionalidad y se relajan los mecanismos de dación de cuentas y de intervención", indicó.

También hizo hincapié en que "los políticos tienden a lo fácil en la lucha contra la corrupción, que es aumentar las penas. Eso no sirve de nada. El que quiera delinquir lo hará igual", aseguró.

El magistrado señaló que pese a la cultura de la transparencia y el control, "el Derecho Penal es necesario" aunque tenga "desajustes", que "muchas veces son fruto del populismo". "Si aumentas las penas, pero tarda años en llegar la condena, se pierden la inmediatez y, por tanto, la capacidad disuasoria", explicó.

Antonio del Moral también se refirió a la instrucción de las macrocausas. "Lo habitual en corrupción es el efecto cereza. Es decir, uno empieza por investigar un hecho y de ahí van surgiendo más, y se acaba convirtiendo en años de instrucción hasta que está claro hasta de dónde salió el último euro y con 300 imputados. Esto no es efectivo", señaló. De ahí que el magistrado se mostrase favorable al cambio legislativo que permitió la aplicación de las piezas separadas en los casos de corrupción. "Una vez que uno de los hechos está claro y se puede probar que hay delito, hay que avanzar, hay que enjuiciar. Y los otros se podrán seguir investigando cada uno de manera independiente. Cada delito, una causa. Y las macrocausas deben ser la última opción".

Este avance en la causa penal debe darse incluso aunque sea necesario dejar para otro proceso las indemnizaciones y los decomisos. "Porque si no se hace así, lo principal del Derecho Penal, la pena, queda supeditada a la indemnización", remarcó.

Del Moral también se mostró partidario de que el Fiscal General del Estado no cese con el Gobierno que le nombra, para garantizar su independencia. No apoya, sin embargo, que la Fiscalía dirija las investigaciones de la instrucción de un caso.