"Me alegro mucho de que no haya hecho novillos". En la sesión bisemanal de preguntas al presidente en la Junta, Adrián Barbón respondía una del portavoz de Vox, Ignacio Blanco, sobre "el gravísimo problema del desempleo", y al pasar por allí trajo al pleno la polémica parlamentaria de las dos últimas semanas a cuenta de las ausencias de los diputados de Vox, que la Junta se propone controlar. "Me alegro de que se alegre", se lanzó Blanco a vuelta de turno, "le echamos en falta muchas veces en el pleno y le animo a que venga con más regularidad".

Abierta la puerta, Barbón alimentó su conocida relación difícil con el grupo de Blanco para hurgar en la herida de las "pellas". "El Presidente", dijo de sí mismo en tercera persona, "viene al parlamento cuando le corresponde. Y no cobra ni un euro de esta cámara", apostilló. "Usted sí, y está faltando a sus obligaciones como diputado._Que tenga dedicación parcial no significa que pueda venir a la mitad de las comisiones y los plenos. Si no quiere ejercer sus funciones como diputado, sea honesto con sus votantes y su partido y dimita", porque "la careta se les cae. No se puede engañar a todos todo el tiempo".