La Junta fuerza al Gobierno a correr más que su plan director de infraestructuras (PIMA) para reformar el corredor del valle del Navia. Los votos de todos los grupos, incluido el socialista, incitaron ayer al Principado a modificar sus planes de apoyar sus soluciones para la AS-12 en la letra del PIMA y a acelerar los plazos de actuación mucho más de lo previsto en el documento de cabecera del Ejecutivo. La iniciativa del PP, apoyada de modo unánime en el pleno de orientación al Gobierno, urge expresamente una mejora "integral" de la vía que debe ser iniciada antes de lo recogido en el PIMA, a cuyo cumplimiento apelaron de forma constante el vicepresidente y consejero de Infraestructuras, Juan Cofiño, y el presidente, Adrián Barbón, éste hace sólo dos semanas, en su tímida insinuación de alternativas a la decisión de abandonar el proyecto de arreglo de la carretera diseñado por el anterior Ejecutivo socialista.

El plan, que rige de 2015 a 2030, deja la actuación sobre la parte más deteriorada de la AS-12 -el tramo entre Pesoz y Boal- para un futuro incierto más allá de 2026, y de 2021 en adelante sólo prevé obras en el pequeño tramo de siete kilómetros escasos que va de Grandas de Salime a Pesoz. La defensa de la posición del PSOE, a cargo del diputado René Suárez, dio por contada la argumentación socialista sobre la paralización del proyecto, planificado mediante una fórmula de colaboración público-privada que según el Principado es inviable, que obligaría a computar como deuda desde el primer momento los 180 millones de euros del coste total y haría que la administración se saltase todos los límites de deuda.

A cambio, después de que toda la cámara reprobase la actitud del PSOE, Suárez proclamó que en su partido "el compromiso es firme, pero desde la responsabilidad". Que "entendemos las reivindicaciones de los vecinos, conocemos las necesidades y hay voluntad clara" de resolverlas. "Antes y ahora", remarcó antes de proclamar que "todos queremos mejorar ese eje, y todos sabemos que es un camino iniciado por este Gobierno". Se refería a la partida de 60.000 euros que reserva el presupuesto para "un proyecto de trazado y estudio ambiental de la AS-12" y pronto contrapuso su "compromiso" al "oportunismo" de quienes ahora reclaman arreglos urgentes sin haber planteado frente a esos presupuestos ninguna enmienda relacionada con esta carretera.

El diputado del PP Álvaro Queipo venía de justificar la presentación de la propuesta "para impedir que el PSOE abandone al valle del Navia y se lleve las inversiones a otra parte" y de preguntar sin respuestas "¿qué documento avala la decisión de que esta obra no encaja en los presupuestos?" o "¿cómo no lo advirtió entonces el Gobierno?" En el turno del PSOE, sin embargo, no intervino su portavoz, Dolores Carcedo, que quizá podría haber contestado, que sabe del tema porque era consejera de Hacienda cuando el Gobierno anterior dio de paso el proyecto.

En los de la oposición, todos los demás grupos emplearon su tiempo en el reproche unánime a los socialistas. La cámara respaldó sin fisuras los términos de una propuesta en la que Daniel Ripa (Podemos) atisba indicios de que "o quienes nos gobernaban mentían, o eran tremendamente incapaces, o nos tomaban el pelo", y Sergio García (Ciudadanos) observa una más "en el amplio catálogo de carreteras en estado lamentable". Es algo más que una carretera, argumenta Ovidio Zapico (IU). "Detrás está el corazón de las políticas del reto demográfico". Adrián Pumares (Foro) suscribe y exige que "las infraestructuras sean un elemento vertebrador del territorio" y Sara Álvarez (Vox) lamenta que "la falta de inversión afecte a la igualdad de los asturianos".