Cientos de estudiantes asturianos salieron ayer a las calles en Oviedo y Gijón para manifestarse en el marco del 8M, Día Internacional de la Mujer, y como previa a la gran manifestación convocada para mañana, domingo, en Oviedo. Vox y el pin parental centraron las críticas de los manifestantes, que corearon eslóganes contra el presidente de ese partido, Santiago Abascal, y también contra el PP. La lucha contra la violencia machista y la exigencia de educación sexual en los centros educativos fueron dos de las reivindicaciones que más se escucharon. El Sindicato de Estudiantes Libres y Combativas calcula que la huelga convocada ayer en los centros educativos públicos fue secundada por un 80 por ciento del alumnado. La Consejería de Educación no facilitó datos.

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Pese a la intensa lluvia caída de manera intermitente en Oviedo, unos cuatrocientos jóvenes, acompañados por algunos mayores integrantes de la plataforma de pensionistas, partieron de la plaza de la Escandalera hacia la plaza de España coreando eslóganes como "solas y borrachas, queremos volver a casa", lema ya utilizado en otras movilizaciones y por el Ministerio de Igualdad en una campaña en las redes sociales tras aprobar el anteproyecto de la ley de igualdad sexual.

"Hay mucho energúmeno incapaz de entender esta frase. Yo puedo decidir emborracharme o no, pero queremos llegar a casa sin que nos pase nada", aseguran desde el Sindicato de Estudiantes Libres y Combativas. Remarcan sus portavoces que esa proclama no quiere incitar al consumo de alcohol entre las mujeres, sino que reclama que "estar borracha no sea excusa para que nos puedan violar o abusar de nosotras".

Vox y su presidente, Santiago Abascal, fueron el gran centro de las críticas porque "no vamos a permitir que se retroceda a la educación franquista". De ahí que corearan "basta ya de pin parental", "nuestros profesores no nos adoctrinan" y "educación sexual contra el veto de Abascal".

El colectivo LGTBI

En Gijón, otros más de doscientos estudiantes salieron también a la calle con proclamas similares a las ovetenses. La portavoz de esta comitiva, Anahí López, recalcó que "aún quedan motivos de sobra para salir a las calles" y que en el 8M de este año las mujeres deben mostrarse unidas, "más que nunca", con el colectivo LGTBI, un grupo que sigue sin ser reconocido por una parte (a día de hoy minoritaria) de la rama más liberal del feminismo. "Nosotras lo tenemos muy claro. La lucha feminista y la del colectivo LGTBI van completamente ligadas. Llevan años movilizándose y debemos defenderlos. Las compañeras y los compañeros 'trans' son bienvenidos en nuestra lucha. Es necesario", zanjó la portavoz.

El grupo se reunió primero en El Parchís y recorrió parte del centro hasta enfilar el paseo del Muro y llegar a la plaza consistorial. Los estudiantes se centraron en tres peticiones: prohibir por ley el "pin parental", incluir una asignatura de educación sexual en todos los niveles educativos y derogar la actual ley de Educación para "expulsar a la Iglesia de las aulas". Durante la marcha, el grupo dejó caer varios mensajes a políticos contrarios a algunas de estas propuestas. Se escucharon, así, gritos como "Inés Arrimadas no es nuestra aliada", "Pablo Casado, machista y retrasado" y "Vox, escucha, estamos en la lucha".

Los alumnos salieron en compañía de la Asociación de Pensionistas de Gijón (APG), de las empleadas del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) y del colectivo Xega. "Estamos juntos en esto porque no queremos que se tengan que hacer una pensión paralela con la banca; son un derecho y deben formar parte de los Presupuestos", razonó Maite Díez, jubilada del primer grupo.

En nombre de las empleadas de ayuda a domicilio habló Tatiana Barrio, que criticó que su sector, históricamente femenino, sigue en condiciones laborales muy precarias: "No llegamos a los 900 euros ni trabajando a jornada completa y nos hacen trabajar hasta los 67 años, pero la mayoría de empleadas notamos el desgaste físico mucho antes".

La iniciativa más llamativa fue la planteada por el IES de la Laboral, que animó a una veintena de sus alumnos de primero de Bachillerato de la rama artística a salir a la calle con unas llamativas cajas de cartón sobre la cabeza en las que aparecían mujeres referentes de la historia. Cada estudiante tenía asignado un personaje distinto y se acercaba a los curiosos para contarles su biografía. Se recordó, entre otras, la vida de Margarita Salas, Alfonsina Storni y Coco Chanel.