Cobrar peaje en todas las autovías daría "la puntilla" al sector del transporte, muy tocado ya desde la última crisis. Los profesionales del transporte están dispuestos a bloquear las carreteras para mostrar su "frontal rechazo" a la propuesta "interesada" de la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) de cobrar en las autovías 9 céntimos por kilómetro a los coches, y 19 a los camiones.
"No vamos a permitir que las grandes constructoras impongan sus intereses y den la puntilla al sector del transporte, y por extensión a la economía española, porque el 85 por ciento de las mercancías van por carretera y el peaje implicaría la subida de precios de todos los productos españoles", manifestó Ovidio de la Roza, presidente de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) y de la Asociación de Empresarios del Transporte y Aparcamientos de Asturias (Asetra). La propuesta de Seopan es "una barbaridad" y está "tan poco documentada que habría que tomarla a broma, si no fuera tan seria", indicó. De la Roza resaltó que las grandes compañías, ante el parón del sector de la construcción, pretenden "hacer ellas negocio mientras los demás pagamos".
Seopan actúa como un "lobby", un "grupo de presión al Gobierno" que persigue imponer sus intereses, señaló Alejandro García Monjardín, presidente de la Central Empresarial de Servicios Internacionales y Nacionales del Transporte (Cesintra), quién anunció su "frontal rechazo" al "despropósito" de imponer peajes en las autovías, porque "ya pagamos en impuestos más que de sobra para el mantenimiento de las carreteras". Augura consecuencias "catastróficas" con los peajes: "Los camiones volverían a las nacionales". En su opinión, la solución es simple, "administrar correctamente todo lo que se recauda".
"Una medida desproporcionada" y "una nueva agresión al sector del transporte", son respuestas de José Fernández, presidente de la Unión Independiente de Transportistas Autónomos (UITA), a la propuesta de Seopan. "Están estirando demasiado la cuerda y va a explotar todo por los aires", advirtió Fernández, quien no ve lejano el día en que los camioneros bloqueen las carreteras. En su opinión, la crisis de la construcción y de la obra pública hace que las grandes compañías necesiten ingresos "y pretenden lo más fácil, sacárselo al camión, que vive de la carretera". Denunció la "desprotección total" de los transportistas, y resaltó que el 45 por ciento del precio del gasóleo son impuestos: "Más que suficiente para mantener las carreteras".
Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), rechazó generalizar los peajes, pues sería "un atraso, un regreso al portazgo medieval, vaciar aún más la España vacía, como ocurrió en Portugal, y volver a estrangular la gallina de los huevos de oro que es el automóvil". Resaltó que la Administración recauda cada año 25.000 millones de euros al año por ingresos directos del automóvil (matriculaciones, viñetas, combustibles...) y el mantenimiento de la red requiere "solo" 1.800 millones al año, pero se gastan 900 millones, por lo que "las carreteras se van deteriorando". Sostiene que la carretera es "un servicio público esencial", y por lo tanto su mantenimiento debe estar a cargo de los Presupuestos del Estado.
