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Ni más ni menos que los hombres

Mujeres del medio rural reclaman el reconocimiento del trabajo femenino en el campo y exigen más escuelas, médicos y cultura para no irse

Lucía Velasco, Lorena Veiga, Carolina Castro y Elvira Rodríguez.

Para la agricultora ecológica Lorena Veiga la desigualdad en el campo entre hombres y mujeres no está muy clara. "Yo es que personalmente estoy en contacto con un perfil diferente al tradicional, con proyectos de jóvenes que se han venido al campo desde la ciudad. Creo que sí, que hay cambios, pero sigo viendo casos en los que la mujer sigue ocupándose de todo el trabajo de la casa y de los hijos y él no participa", señala esta joven cuya empresa se encuentra en Oles (Villaviciosa) y que en alguna ocasión sufrió algún episodio de desigualdad laboral por ser mujer. "Recuerdo que en un par de ocasiones me encontré con cavernícolas que preferían escuchar a mi marido que escucharme a mí, girando la cara hacia él cuando yo hablaba", afirma, y destaca que lo que necesita la mujer en el medio rural para quedarse es "transporte público, colegios y sanidad cerca. La mujer es muy consciente de que sus hijos deben tener colegio y médico cerca, es una demanda muy recurrente en las jornadas donde participan mujeres rurales".

Elvira Rodríguez, que dejó su profesión como controladora de leche para convertirse en emprendedora rural como artesana repostera en Ceceda (Nava), señala que la mujer en el campo "siempre ha sido visible, lo que no ha sido es reconocida. Hoy muchísimas mujeres ya no son titulares de una explotación ganadera como pura fachada para su marido, hoy son ellas los auténticos motores de la actividad, a veces como continuadoras de una actividad ya existente y cada vez más como precursoras de nuevas iniciativas".

No existe igualdad entre hombres y mujeres en el campo asturiano para esta mujer. "Tuve la ocasión de conocer la realidad ganadera muy de cerca y tiene un denominador común: las mujeres trabajan fuera y hacen también todo lo de casa: tareas domésticas, cuidado de los niños y los mayores... En el Occidente hasta hace pocos años era muy común ver a las mujeres agarradas a un tractor. Recuerdo la sorpresa de algunos vecinos cuando llegamos a Nava y veían a mi madre segando a guadaña verde para más de 30 vacas. Además de en casa, las mujeres del medio rural también trabajan fuera de ella, y digo trabajar, no colaborar, que colaborar es otra cosa".

Carolina Castro Fernández volvió hace años desde Madrid a la tierra de sus ancestros para establecerse junto a su marido en la casa de sus abuelos en Arbichera, en la zona de braña vaqueira en Cudillero. Aquí nacieron sus dos hijos. Esta veterinaria, que nunca ejerció como tal, dedica parte de su tiempo a promover actividades culturales y a recuperar tradiciones del folclore de la zona a través del grupo de baile y música tradicional "El Faedal", que ella misma formó hace años y dirige. Cree, como Elvira, que las mujeres en el campo trabajan tanto o más que los hombres, pero no están igualmente reconocidas. "Aunque las mujeres nos hemos incorporado al mercado laboral, la casa, los niños, el cuidado de los dependientes... siguen siendo de las mujeres".

Carolina afirma que para fijar población y aumentar el número de familias en los pueblos hay que pensar en los niños. "Lo que pedimos es tener unos servicios similares a los de la ciudad, aunque sean un poco más básicos, sobre todo en educación y en sanidad. Necesitamos más colegios y un servicio de pediatría de lunes a viernes aunque sea a media jornada y no solo seis horas a la semana. Por otro lado hoy todavía hay muchas mujeres que, por falta de actividades, se quedan en casa. Necesitamos una oferta sociocultural. Nosotras hemos formado una plataforma del 8M para presentar un club de lectura de mujeres que ya está teniendo éxito antes de empezar, pues se han inscrito quince. El club de lectura lleva el nombre de Elvira Bravo y se va a celebrar cada mes en un pueblo distinto".

Más escuelas, mejores comunicaciones y más pediatras reclama también la reguerana Lucía Velasco, presidenta de la Asociación de Ganaderas Asturianas, para quien las mujeres rurales hoy tienen más visibilidad que antaño "gracias a que nos hemos unido para luchar juntas y nos hemos hecho eco en los medios de comunicación". Cree que el ganadero joven de hoy no es tan machista como los de generaciones anteriores, "aunque todavía quedan, pero ese, por ejemplo, no es el caso de mi marido, que me apoya en todo. Lo que todavía les cuesta es que las mujeres accedan a órganos rectores en cooperativas y asociaciones en el campo. En el medio rural no hay igualdad entre hombres y mujeres aunque estas ahora tengan más visibilidad. Mejoramos, pero hace falta mucho más. La mujer en la casa, además del trabajo en el campo, sigue llevando toda la carga familiar".

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