Treinta personas fueron desalojadas ayer de sus viviendas en Ribadesella tras incendiarse parte del bloque donde viven. La Policía Local sacó a los inquilinos de sus casas antes de que el fuego se propagara por el edificio. Uno de los vecinos tenía movilidad reducida. El fuego calcinó por completo el salón del piso en el que se originó el fuego, en el entresuelo. El resto de la vivienda quedó afectado por el humo, pero no hubo que lamentar daños personales.

El Servicio de Emergencias de Asturias recibió la llamada de alerta a las 9.28 horas. En una primera comunicación se alertaba de que salía humo negro de una de las viviendas de un bloque de cuatro alturas en la calle Reverendo Alfonso Covián. Hubo más llamadas en las que se indicó a los efectivos que el incendio estaba localizado en la planta inferior y que la vivienda afectada, en la que estaban ardiendo unos sofás, no estaba habitada.

Efectivos de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) con base en el parque de Llanes, junto al jefe de zona oriental, acudieron a la zona afectada, en la parte trasera de la iglesia parroquial riosellana. A las 10.04 horas dieron por controlado el incendio.

A lo largo de la mañana los efectivos de bomberos controlaron que la ventilación del resto de las viviendas fuera la adecuada con el fin de restablecer el orden y posibilitar a los vecinos acceder de nuevo a sus domicilios. Para ello los bomberos acompañaron a cada residente a su casa, priorizando a las personas mayores y a los niños, evitando así el contacto con otras personas debido a los métodos de prevención contra el Covid-19. Los efectivos realizaron las mediciones adecuadas en cada estancia, que garantizaron la pureza del aire.