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Plantar un huerto o visitar museos por internet, el original encierro con peques de las familias numerosas

Los padres de dos familias numerosas de Oviedo y Mieres cuentan su día a día con tareas bien planificadas y en las que tiran de creatividad

Plantar un huerto o visitar museos por internet, el original encierro con peques de las familias numerosas

En casa de Ángel Argiz y Yolanda López, padres de tres hijos de 8, 5 y 2 años, el día a día está perfectamente organizado. Esta es su planificación semanal: a las 9 hay que estar en pie y asearse; a las 9.10 toca desayunar; a las 9.40 hay que vestirse y cepillarse los dientes; a las 10 se hace deporte, yoga o baile; a las 12 empieza el estudio; a las 14.30 se come; a las 15.30 hay juego libre; a las 16.30, de nuevo tareas escolares; a las 17.30, la merienda; a las 18, tiempo en familia (pelis, juegos de mesa, puzzles, manualidades, repostería, visitas virtuales a museos...); a las 20 se cena; a las 20.30 es hora de cepillarse los dientes y leer cuentos; y a las 21, niños a dormir y papás a relajarse.

"Intentamos crear el mayor hábito posible. Sino esto puede ser una locura", asegura Yolanda López por teléfono, mientras su hija pequeña, Alba, le reclama a gritos. Cuando ella nació, solicitó la excedencia -es funcionaria en la Administración-, por lo que, dentro de lo malo, la crisis del coronavirus no le ha afectado a nivel profesional. En cambio, a su marido sí: en su empresa han hecho un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Aun así esta madre ovetense, que se considera "muy casera", prefiere ver el aislamiento como "un regalo": "Podemos estar los cinco juntos".

"Los críos de momento ni quieren salir a la calle. Ven esto como una novedad: '¡Jo, qué bien! Están mis padres a tope con nosotros con los juegos de mesa'. Además, en la habitación les hemos puesto el colchón del camping. Se lo están pasando como los indios, porque todas las noches duermen ahí a modo de aventura", cuenta. Aunque los mayores, Paula y Hugo, echan de menos el colegio. El secreto para tenerlos entretenidos, dice Yolanda López, es "cambiar cada poco de actividades" -porque al ser tan pequeños "cansan muy rápido"-, pasar de largo sus perretas, y establecer "unas rutinas". "Tenemos un planning hecho, que incluye hasta pictogramas para que los pequeños lo entiendan. También les dejamos un momento de desfogue, antes de ir a dormir, con la tableta", comenta.

Dentro ese planning entran, por supuesto, las tareas escolares. "Para la mayor, la tutora nos mandó por correo catorce fichas sobre tres materias con cuestiones de repaso, no de avance. Lo cierto es que me parece un poco escaso y lo estoy completando con otro material. Y para el mediano nos dieron una serie de pautas, como que escribiese palabras, que dibujase o que le leyésemos libros", agrega López, que desde el primer momento quiso ser "realista" y contarle a sus hijos lo que estaba sucediendo fuera. "Se lo contamos adaptado a su nivel de comprensión. No les ocultamos nada", afirma.

Lo mismo hicieron Javier Grela y Marián Castañón, de Mieres y con tres hijos: los mellizos Jorge e Irene, de 9 años, y Estela, de 7. "Tuvimos un diálogo sensato con ellos y lo de lavarse las manos o evitar el contacto físico con personas lo entienden y lo cumplen", expresa Grela, que sigue con el trabajo, aunque su horario laboral se ha visto mermado considerablemente. Es autónomo y tiene una empresa de producción cultural. Con exposiciones canceladas por toda España, a este mierense no le queda otra que afanarse en preparar los actos que tendrán lugar una vez el Gobierno levante el estado de alarma. "No merece la pena agobiarse por el trabajo, porque no sabemos cuándo se va a resolver esto. Yo salgo de casa, tengo permiso para ello, pero mi mujer, que también es autónoma, ha tenido que cerrar el negocio para poder atender a los niños. No podíamos dejarlos con nuestros padres, que son mayores", lamenta.

Pese a las adversidades, esta familia numerosa intenta llevar el día a día en casa con "la mayor tranquilidad posible" y organizándose para que los pequeños no pierdan "clase". "Todos los martes les tocaba ir al huerto. Así que hemos plantado un minihuerto en casa. A ver si la semana que viene podemos comernos unas fabas", bromea Javier Grela, que ante todo no pierde el sentido del humor. "Estamos siguiendo el programa escolar como podemos e intentamos hacer clases cercanas. Hay que tirar de creatividad. Por ejemplo, viajando a través de internet", abunda. Grela, que sabe bien lo que es tener una "tropa" en casa, como llama a sus tres hijos, manda un "abrazo enorme a los padres que tienen muchos niños" y resume en una palabra su consejo: "organización".

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