"Era el mejor padre que se puede tener. Amigo generoso, abuelo entregado, estupendo profesional y una persona alegre, con la sonrisa en la boca y gran sentido del humor". Las palabras de Jorge, uno de los dos hijos del abogado José Luis Regadera Sejas, son el ejemplo del cariño que generaba a su alrededor el conocido letrado ovetense, fallecido el jueves por la tarde en la UCI del Hospital Universitario Central de Asturias por complicaciones en una neumonía.

Regadera, de 65 años, estaba casado con María Eugenia Menéndez, tenía dos hijos -Jorge y Elena Regadera- y dos nietos, Jaime y Natalia Cordero. Las restricciones por el estado de alarma han impedido que la familia organice un funeral u homenaje, pero son muchos los seres queridos y colegas de profesión que reconfortan a sus más allegados aunque sea desde la distancia impuesta por el confinamiento.

Sus más de cuarenta años de profesión como especialista en seguros de automóvil y despacho en la calle Marqués de Teverga (compartido con su sobrina, la también letrada Lucía Regadera, y la abogada Lucía Álvarez) le proporcionaron grandes satisfacciones profesionales y personales labrándose un nombre como abogado de Seguros Bilbao.

En palabras de su colega, el abogado Miguel Ángel Fernández, Regadera "era el rostro y la imagen de Seguros Bilbao en los tribunales de Oviedo y el resto de Asturias". Este profesional fue el encargado de escribir una semblanza del fallecido en representación del Colegio de Abogados de Oviedo (ICA) que sirve para expresar el sentir de la profesión por la pérdida. Regadera mantuvo una estrecha relación con el colegio profesional a lo largo de su carrera siendo el colegiado número 1.265 y miembro de la Junta de Gobierno entre 1987 y 1989. Por eso, el ICA ha habilitado un correo electrónico corporativo para aquellos que quieran transmitirle el pésame a la familia y que, a su vez, ellos le harán llegar a la esposa e hijos: colegio@icaoviedo.es.

El decano del Colegio de Abogados de Oviedo, Luis Albo, se mostró ayer especialmente abatido al haber mantenido una estrecha amistad con Regadera e incluso haber conocido también a su padre, un reconocido abogado penalista del mismo nombre; José Luis Regadera. "Considero que estoy a caballo entre las dos generaciones. Los dos fueron brillantes. Mi amistad con el hijo empezó porque nos colegiamos casi a la vez. Era claro, conciso y preciso, unas cualidades necesarias, pero no muy fáciles de encontrar en la abogacía. Destacaba por su precisión legal, algo heredado de su padre". Albo subraya el buen hacer de Regadera en los juicios de faltas relacionados con automóviles y en los que se conocieron decenas de abogados a lo largo de los años. "Eran una fuente de trabajo en la que José Luis destacaba por su amabilidad y destreza para hacer los trámites. Se le veía un abogado por sólido".

José Luis Santos Hevia, letrado de la Administración de Justicia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Oviedo, le define como "un paisano, en el sentido asturiano de íntegro y buena persona". Ambos pertenecieron a la promoción 1971-76 de la Facultad de Derecho de Oviedo y se hicieron grandes amigos. "El catedrático Ignacio de la Concha nos llamó la promoción 'Lepanto' porque aquel año se celebraba el 400.º aniversario de la batalla. Yo vivía en Avilés y no conocía a nadie. Me sentía como un forastero. Había exalumnos de los maristas, de los jesuitas o del instituto Alfonso II. A los dos meses de clase nos dividieron en grupos para la asignatura de Derecho Romano y me tocó con Regadera por orden alfabético. Desde entonces mantuvimos una estrecha amistad pese a que luego optamos por caminos separados. Él ejerciendo la abogacía en despacho y yo opositando. Ahora mismo estoy impactado. No me creo que se haya ido".

Santos Hevia coincide con el abogado Miguel Ángel Fernández en señalar el carácter afable de su amigo y colega Regadera, dotado de un particular sentido del humor cargado de fina ironía. Así, la semblanza en nombre del Colegio de Abogados de Oviedo recoge que "era enemigo de la corbata y tenía un sentido del humor muy astur, crítico y un tanto guasón".