Fue el "alma" del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX) durante más de quince años. Así la retrataron ayer todos los que coincidieron con ella en la transición que vivió la gran cita cinematográfica asturiana al pasar de certamen de la infancia y la juventud a referencia para aficionados y crítica de la creación más arriesgada y de autor. El pasado miércoles, día 25, a las siete de la mañana y en el Hospital de la Luz, en Madrid, falleció a causa del COVID-19 Elena Figaredo. Tenía 68 años y, aunque jubilada, seguía atenta a la profesión que ejerció tras su marcha a la capital española, donde se desempeñó como una muy respetada secretaria de producción de películas.

Desolada, su hija Loreto G. Figaredo confirmó ayer vía telefónica el doloroso trance. Al que se añaden las penosas circunstancias por las que pasan todos los familiares de los fallecidos por el coronavirus. En la severa soledad. Pero la noticia no ha pasado desapercibida entre los muchos amigos que Elena Figaredo conserva en Gijón. "Su trabajo como secretaria del Festival de Cine fue fundamental con Isaac del Rivero, con Aladino Cordero y con los directores posteriores del certamen, como Juan José Plans", explicó el médico Chema Bazo. Este excomponente de "La Banda del Tren" trabajó en el certamen gijonés junto a Elena Figaredo, con la que tuvo estrecha amistad. "Era una persona de gran eficacia en tiempos en los que las comunicaciones eran otras y resultaba más difícil todo; fue muy importante en la crucial transición que vivió el Festival de Cine".

Nacida en 1953 en Gijón, donde aún vive su madre, Elena Figaredo entró a formar parte, en los años setenta, del entonces Certamen Internacional de Cine para la Infancia y la Juventud. El festival lo dirigía Isaac del Rivero, fallecido a su vez en enero del año pasado. "Fue indispensable, fundamental", insistió Chema Bazo. Y encadenó: "Es de las personas que merecería algún detalle de homenaje por parte de los actual responsables del FICX".

Elena Figaredo regresó a su ciudad natal con 19 años, después de vivir junto a sus padres en Venezuela. Se integró con entusiasmo en los ambientes culturales gijoneses de los años setenta, según recordaron ayer el librero jubilado Chema Castañón y el periodista Pedro Alberto Marcos. Este último conservaba aún amistad con la fallecida, que padecía problemas respiratorios.

Elena Figaredo, a la que ayer hubo quien describió como una "bellísima persona y, además, muy trabajadora", colaboró también con el Festival de Cine de Valladolid. En 1990 decidió instalarse en Madrid, según recordó ayer su hija Loreto, donde se reinventó como secretaria de producción. "Trabajó por ejemplo en Lola Films", señaló Pedro Alberto Marcos. Está en los créditos de películas como "Taxi", de Carlos Saura.