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Quesos que alegran hospitales

La campaña "Contagia salud" busca aliviar a los productores artesanales, seis de ellos asturianos, vendiendo sus piezas para dárselas a sanitarios

Pepe Bada, con varias piezas de queso cabrales. LNE

Dar un respiro económico al sector quesero, ofrecer una buena y sabrosa comida a los sanitarios españoles y evitar el desperdicio alimentario. Estos son tres de los objetivos de la campaña "Contagia salud", que impulsa el Instituto del Queso y en la que participan seis elaboradores asturianos, 21 en toda España.

"Nadie concibe la posibilidad de que se tire un jamón Joselito a la basura. Nosotros tampoco queremos que grandes quesos artesanos acaben así", explica la directora del Instituto del Queso, Luisa Villegas. El funcionamiento de la campaña es simple. A través de la página web de la entidad se pueden ir comprando lotes de quesos, con precios entre los 15 y los 150 euros. En esta etapa de confinamiento, cuando se vayan vendiendo suficientes, "se harán llegar al personal sanitario", como parte de los menús que se sirven en los hospitales de toda España a los trabajadores que están en primera línea de batalla contra la pandemia del coronavirus. Una vez se recupere la normalidad "al 100 por 100" también se podrán hacer llegar los quesos a particulares y a los colectivos que lo demanden. Todo, hasta la celebración del "Cheese Festival 2020", que este año tendrá lugar entre el 4 y el 7 de noviembre en Oviedo.

La iniciativa pretende minimizar "el riesgo de desaparición de las queserías artesanales", así como reducir "el impacto en los biorritmos del ganado" ya que "se evitaría interrumpir el ciclo natural de lactancia" de los animales. Luisa Villegas subraya además que "no son pocos los estudios que certifican que el queso es un alimento sano" además de "muy rico". También "es una fuente de energía inmediata". "Queremos contagiar salud mediante el queso, haciéndolo llegar al personal sanitario", añadió la directora del Instituto.

En Asturias seis son las queserías que participan en la campaña: Rey Silo, en Pravia; Redes, en Campo de Caso; El Viso, en Salas; Rebollín, en La Espina (Salas); Tedeyu (afinado por Pepe Bada), en Tielve (Cabrales) y Ovín, de Nava. En España son 21 los elaboradores artesanales que forman parte de la iniciativa, en Galicia, Aragón, Cataluña, Castilla y León, Andalucía, País Vasco, Navarra y Canarias. "Contamos con 5.000 kilos de queso procedentes de estas queserías de élite, una selección elaborada con leche de ganado protegido y de pastoreo", afirmó Luisa Villegas.

Natalia Lobeto, de la quesería Redes, elabora queso casín. Apunta que es una forma "de agradecimiento" por todo los trabajadores de la sanidad "están haciendo por nosotros". También una forma de colaboración entre artesanos de toda España, profesionales unidos por su pasión por la elaboración de quesos, un sector que se está viendo duramente castigado por la crisis alimentaria.

En muchos casos, estos quesos se venden a restaurantes y en mercados. Buena parte de su producción está fuera de las grandes superficies y de los supermercados, las grandes tiendas de alimentación que siguen abiertas. "Con el cierre del canal 'horeca', hoteles, restaurantes y cafeterías, las cámaras de maduración de las queserías están repletas de productos que no tiene una fácil salida", afirmó Luisa Villegas, que concluye: "Colaborando, evitaremos el desperdicio alimentario de auténticas joyas gastronómicas", que "se elaboran por encargo para los mejores restaurantes, con estrellas Michelin, y las más selectas tiendas gourmet".

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