El presidente del Principado Adrián Barbón reconoció hoy que el campo de batalla actualmente en la lucha contra el coronavirus en Asturias son "las residencias de ancianos". En total el gobierno regional ha intervenido 61 de estos establecimientos (hay 244 en todo el territorio asturiano de carácter público y privado). El socialista repasó durante una rueda de prensa telemática las acciones políticas, sociales y económicas de su trabajo a lo largo de las últimas semanas. "Hemos invertido más de 32 millones en diez acciones porque hay que prepararse para una gran crisis", contó.

Barbón anunció que Asturias presentará su propio "plan de salida" del confinamiento. A pesar de que "ninguna comunidad puede decidir en qué momento se puede salir de casa", el Principado ha creado una comisión política con varios departamentos "que se abra a escuchar a expertos y que va a ser presidida por el vicepresidente Juan Cofiño". "No va a ser fácil salir del confinamiento porque no hay ejemplos de éxito, hay que hacerlo con mucho cuidado porque hay riesgos", afirmó Barbon.

El Principado planteará en la conferencia de presidentes "que se estudie cómo pueden salir los niños a la calle"

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"La clave de los negocios que pueden empezar a abrir no lo es tanto los sectores sino la capacidad de los locales. A lo mejor pueden abrir primero pequeñas tiendas que permitan controlar la afluencia reforzando la seguridad o los que son más grandes pero con limitaciones de personas", explicó.

Día con más fallecidos

El presidente del Principado Adrián Barbón compareció hoy después de que ayer se registrara la peor cifra de fallecidos de los últimos meses: 13 personas perdieron la vida después de haberse contagiado por coronavirus. "Cada cifra es dolorosa", recalcó el máximo responsable del gobierno regional tras mandar un mensaje a las familias. "Como gobierno hemos tratado de no dejar a nadie atrás", sentenció. Barbón reconoció además que evitar el colapso sanitario y de las UCI no fue sencillo.

Baile de cifras

El descontrol en la contabilidad de muertes por coronavirus ha llevado al Ministerio de Sanidad a publicar una orden para homogeneizar datos. Desde ya, las comunidades autónomas deben comunicar todos los casos de contagiados por coronavirus -en el caso de fallecimiento, hayan muerto o no en hospitales-, y además se debe especificar si se les practicó la prueba de PCR o el test rápido de anticuerpos, y si tienen o no síntomas.

Este repentino cambio de criterio se debe, según el ministro de Sanidad, Salvador Illa, a que el Gobierno quiere ser más exigente y riguroso para determinar el plan de desescalada, o, dicho de otro modo, cuándo y cómo abrir la mano en el confinamiento.

Sin embargo, posteriormente y a través de un comunicado, el Ministerio de Sanidad admitió la incoherencia en los datos, y la achacó a que "Cataluña había ido notificando información por dos vías diferentes. Ante las discrepancias en los últimos días entre los datos facilitados por estas dos fuentes, hoy -por ayer- se han recogido aquellos datos validados por las autoridades de Salud Pública de Cataluña".

Ni la cifra de fallecimientos (19.478) ni la de altas (3.502 nuevas, 72.963 en total) que el Gobierno facilitó ayer cuadraban con las que el Ministerio había publicado el jueves, en las que se cifraba el número de muertes desde el inicio de la pandemia en 19.310 (con lo que la diferencia sería de 348 y no 585) y la de curados 74.797, casi 2.000 menos.

Según el nuevo criterio de Sanidad, a las 20.00 horas del jueves la cifra total de contagiados en España ascendía a 188.068, el 2,87 por ciento más que un día antes, lo que se atribuye a un mayor número de test.