Lo anunció el presidente Adrián Barbón en su comparecencia pública el pasado sábado. El gobierno del Principado centra la lucha contra el coronavirus ahora mismo en dos frentes: el refuerzo de las residencias de ancianos (en donde se concentran a día de hoy la mayor parte de los fallecidos por la pandemia) y la elaboración de planes para salir del confinamiento. A pesar de que el presidente del Gobierno Pedro Sánchez anunció que pedirá una prórroga del estado de alarma hasta el 9 de mayo y de que los planes para el futuro deberán ir coordinados con otras regiones, el ejecutivo de Barbón ya ha nombrado al vicepresidente Juan Cofiño como responsable del gabinete político que deberá dictar cómo saldrá Asturias del confinamiento.
Barbón siempre defendió que Asturias, con una mejor estadística en lo que a contagios y fallecidos se refiere, pudiera impulsar su propio plan de desconfinamiento. Algo que reiteró hoy despúes de la reunión de todos los presidentes de comunidades con Pedro Sánchez. Barbón defendió además que se pueda ir a la huerta y a hacer deporte de forma individual.
Sobre la mesa del ejecutivo regional está actualmente un plan para empezar el desconfinamiento en las alas de la región (el oriente y el occidente). En este sentido se tiene claro que allá dónde sólo vive el 20 por ciento de la población asturiana sería más fácil que todo vuelva a la normalidad poco a poco. No se descarta incluso establecer pueblos "piloto" en los que se estudie (con vigilancia diaria) cómo se comporta la población si se llega incluso a permitir la apertura del local del pueblo. Todos estos planes se establecerían, eso sí, con un fuerte control de las comunicaciones tanto dentro como en los accesos a la región. En este sentido una vez "liberadas" las alas la zona central quedaría para una segunda fase. Todos estos planes, eso sí, podrían cambiar después de las reuniones de la mesa de trabajo.
Las diferentes direcciones generales del gobierno regional deberán desde mañana elaborar planes para finalizar el confinamiento. Barbón anunció ayer además que también se trabaja en la vuelta a la normalidad en los comercios. En este sentido lo que parece claro es que se limitará el número de personas que puedan acceder a los locales una vez abiertos. Por eso parece más fácil que se permita la apertura de los pequeños comercios con poca gente.
Turismo
El anuncio de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de que la apertura no llegará hasta finales de año ha provocado un shock en el sector que ayer el presidente del Principado, Adrián Barbón, trató de amortiguar. El jefe del Ejecutivo asturiano incidió en que desde su Gobierno se trabajará para que la actividad turística se recupere a partir del verano, aunque eso sí, será interna. En resumen, asturianos por Asturias redescubriendo su tierra. Además, anunció la elaboración de una legislación propia para reducir la burocracia.
Barbón señaló que el objetivo es que algunos sectores puedan volver a la actividad cuando se levante la mano en el confinamiento, pero teniendo en cuenta el hándicap que supone "que no hay vacuna ni tratamiento" todavía en la lucha contra el COVID-19.
