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Crisis del coronavirus

Eliminar el peaje del Huerna costaría 1.700 millones, según la concesionaria

El rescate provocaría que la Administración perdiera los 9,5 millones al año que Aucalsa desembolsa en concepto de tributos, impuestos y cotizaciones

Eliminar el peaje del Huerna costaría 1.700 millones, según la concesionaria

Eliminar el peaje del Huerna, como proponen ahora los empresarios del sector turístico y como reclaman desde hace años los partidos de la oposición en Asturias, costaría unos 1.700 millones de euros, según el cálculo de la concesionaria, Aucalsa. Es justo la misma cantidad que Abanca ofreció hace ahora un año por Liberbank y casi tanto como el presupuesto de la Consejería de Sanidad para este año. La cifra surge de la suma de las inversiones realizadas y las deudas asumidas por la empresa, los activos existentes y el lucro cesante, y supone que a cada asturiano el rescate le costaría cerca de 1.700 euros, mientras que si fuera asumido por el Estado le supondría a cada español un desembolso de 36,43 euros. Tanto el Ministerio de Transportes como el Gobierno del Principado consideran "inasumible" el rescate de la autopista León-Campomanes (AP-66).

Tres asociaciones turísticas, Hostelería y Turismo en Asturias (Otea), Alojamientos Rurales de Asturias (Arca) y Campings de Asturias, han señalado la supresión del peaje del Huerna como una de las "medidas esenciales" para la subsistencia del sector tras el fin del confinamiento. No aclaran si proponen suprimir las tasas de forma momentánea o definitiva. En el caso de un rescate definitivo, calcular el precio es una tarea compleja, porque existen numerosas variables de difícil estimación, la mayoría de ellas sujetas a interpretaciones y a valoraciones subjetivas, como conocer los tráficos que tendrá la autopista en los próximos 30 años, hasta que concluya la concesión, el 17 de octubre de 2050. Y cualquier cambio, como el que está implicando la actual crisis sanitaria, con un descenso acusadísimo del tráfico, puede desbaratar cualquier peritaje.

En el año 2004, el entonces presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, estimó el precio del rescate en unos 1.300 millones de euros. Dieciséis años después Aucalsa ha elevado esa cifra un 30 por ciento, hasta los 1.700 millones. Una de las escasas cifras inamovibles para calcular el coste del rescate es la inversión realizada en la autopista: 654 millones de euros. A falta de que Aucalsa publique las cuentas de 2019 se pueden adelantar algunas estimaciones más: la amortización realizada por la concesionaria se situará en la actualidad en torno a los 230 millones de euros, lo que significa que aún restarían alrededor de 424 millones por amortizar. A esta cifra habría que añadir otros activos y derechos, que posiblemente elevarían esa cifra por encima de los 700 millones de euros.

Además, habría que añadir la deuda asumida. Y el lucro cesante; esto es, lo que la empresa dejaría de ganar durante el presente ejercicio y en los próximos 30 años. Nuevamente en este punto se hacen necesarias las estimaciones, pues cualquier cálculo es subjetivo. También lo son las valoraciones de Aucalsa que, como todas las concesionarias de autopistas, presentó en el año 2012 por imperativo legal una estimación de ingresos para el período 2011-2050. Entonces calculó que en esos 40 años ingresaría por peajes 3.447 millones de euros; lo que supone unos 86 millones al año.

Pero la realidad, al menos hasta el momento, es distinta: la adjudicataria registró números rojos durante varios años a causa de la crisis económica y en la actualidad los ingresos ni siquiera se acercan a la mitad de lo calculadoen la actualidad los ingresos ni siquiera se acercan a la mitad de lo calculado, pues fueron de 39,59 millones en 2018, una cifra que no será muy distinta de la definitiva de 2019, a la vista de los tráficos registrados: 8.476 vehículos al día de media, lo que supone 3.093.740 en todo el año pasado. De tal manera que si se mantuviera una media de 40 millones al año, los ingresos por peaje durante los próximos tres decenios se situarían en 1.200 millones, poco más de la tercera parte de lo que calculó Aucalsa. Pero todo indica que será imposible acercarse siquiera a esas cifras este año a la vista del hundimiento de la economía por la pandemia del COVID-19.

En todo caso, de los 3.447 millones calculados por la concesionaria habría que restar casi 1.000 millones de gastos: 255 millones de inversiones de reposición en la autopista y 712 millones de gastos financieros. Pero esa es la cifra de negocio, no el beneficio. Un cálculo quizá más acorde con la realidad, aunque también cuestionable, sería pensar que la empresa podría registrar unos beneficios de unos 6 millones de euros al año (ganó 5,1 millones después de impuestos en 2017 y 4,1 millones en 2018), lo que implicaría un total de unos 180 millones hasta 2050. Pero el impacto que está teniendo la crisis provocada por la pandemia podría desbaratar estas valoraciones.

Hay otro cálculo posible, por pasiva: ¿Cuánto perdería la Administración con el rescate? Una cantidad importante, puesto que en concepto de tributos, impuestos y cotizaciones sociales a distintas administraciones Aucalsa desembolsa cada año en torno a 9,5 millones de euros. Suponiendo que se mantuviera esa cifra durante los 30 años que restan de concesión la Administración dejaría de ingresar 285 millones. Y tendría que asumir del mantenimiento de la autopista.

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