Prisión provisional sin fianza. Esa es la medida preventiva que dictó ayer el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Mondoñedo (Lugo) para el hombre que hirió a su exmujer con un cuchillo el sábado en Luanco (Gozón). El juez considera que existe riesgo de fuga y de reincidencia. El arrestado ya ha sido internado en el centro penitenciario de Bonxe, en Lugo.

Según fuentes cercanas al caso, el encarcelado tenía una orden de alejamiento y comunicación de su exmujer, con la que tiene un hijo en común, desde el pasado 13 de marzo. Pese a ello, trató de contactar con ella en reiteradas ocasiones en el último mes. En la noche del viernes fue un paso más allá. Se presentó en el domicilio de su expareja, en Luanco, y le pidió entrar. Ante esta situación, la víctima llamó a la Policía, que detuvo al maltratador.

El pasado sábado, un juez incrementó las medidas de protección, prohibiendo al agresor pisar Luanco. No sirvió de nada. Nada más salir del Juzgado, el presunto maltratador cogió el coche y se plantó en el puesto de trabajo de su expareja, un kiosco de la capital gozoniega. Fue allí donde intentó matarla, utilizando un cuchillo de cortar pan que había en el mostrador del establecimiento. Primero trató de asestarle una puñalada en un costado, que no llegó a hendir gracias a la punta redondeada del cuchillo. Luego, intentó provocarle cortes en el resto del cuerpo. Siete en total, que la víctima repelió como pudo con sus manos desnudas. Tras el ataque, la mujer fue trasladada al Hospital Universitario San Agustín de Avilés. Allí fue atendida de las lesiones que, por suerte, no ponían en riesgo su vida. A última hora de la tarde de ayer recibió el alta. Desde entonces se recupera en su domicilio de este trance a cuenta de su expareja.

Y mientras la mujer era trasladada al centro hospitalario, su agresor volvió a coger el coche. Esta vez en dirección a Lugo, provincia en la que reside su familia y de la que es natural. Agentes de la Guardia Civil lo cazaron en la localidad fronteriza de Ribadeo. Afirmó que se dirigía a casa de su madre. Tras pasar la noche en los calabozos de Mondoñedo, ayer fue llevado ante el juez. Ante el riesgo de reincidencia y de fuga, se decretó su ingreso en prisión. Esta medida fue solicitada tanto por la Fiscalía como por la acusación particular.