El nuevo calendario académico de la Universidad de Oviedo fija los exámenes finales entre el 13 de mayo y el 27 de julio. De esta forma, los estudiantes terminarán el curso tres semanas más tarde de lo previsto. Así se acordó ayer en un caótico Consejo de Gobierno extraordinario, en el que el Rector, Santiago García Granda, se abstuvo en varias ocasiones durante las votaciones para perplejidad de algunos asistentes, que no entendían sus motivos. Además, hubo disensiones entre su propio equipo. Aunque la institución aún sigue recabando datos de las facultades y escuelas, el equipo rectoral calcula que "el 60% o más" de los exámenes se harán online. Lo cual recorta la previsión inicial de que el 92,3% de las asignaturas tendrían evaluación telemática y solo el 7,6% se haría en las aulas. García Granda advirtió en rueda de prensa de que "puede haber algún cambio, no muchos, de modalidad" y, en este sentido, indicó que los profesores deberán confirmar a los alumnos el método de evaluación veinte días antes de la prueba. Los exámenes presenciales de junio están en el aire.

"La actividad docente y la evaluación no la hemos visto contemplada en el plan de desescalada del Gobierno. Por tanto, no confiamos demasiado en que se puedan hacer exámenes presenciales en junio, pero tenemos que tener abierta esa posibilidad", explicó el Rector. Efectivamente, el plan de desconfinamiento de Pedro Sánchez, que consta de tres fases hasta el 30 de junio, no contempla como excepción para abrir los centros los exámenes presenciales y sí la EBAU. Por lo que el calendario actual podría verse abocado a nuevas modificaciones. El Rectorado permite "habilitar un periodo extraordinario corto, si fuese necesario, a principios del mes de septiembre para finalizar alguna actividad que no hubiera podido completarse". En ese caso, el próximo curso podría empezar con un "pequeño retraso". "Nunca pasaríamos del 15 de septiembre, aunque me gustaría que siguiese siendo el día 10", precisó García Granda.

El máximo representante de la institución académica defendió que "hay acuerdo" en que el aprobado ayer "es el mejor calendario que podríamos tener para esta evaluación atípica". "Da flexibilidad y asegura la evaluación en unos periodos razonables", señaló. Esos periodos son los siguientes: del 13 de mayo al 2 de junio tendrán lugar los exámenes online de la convocatoria ordinaria; del 3 de junio al 3 julio, las pruebas presenciales de esa misma convocatoria; del 25 de junio al 3 de julio, la evaluación telemática extraordinaria, y del 6 de julio al 27 de julio, la presencial extraordinaria. Es decir, en julio se solaparán las pruebas online, que conservan el calendario inicial, con las tradicionales.

Dentro de estas fechas, aclaró García Granda, cada centro tendrá tres semanas como máximo para programar sus pruebas, que deberán estar fijadas el 15 de mayo. Además, veinte días antes del examen los profesores deberán comunicar a los estudiantes si hay cambios en su método de evaluación. El Rectorado permitirá que durante el periodo de exámenes haya actividades docentes presenciales, básicamente prácticas, si son "indispensables".

Ante la evaluación online masiva que viene, el Rector avanzó que su equipo está trabajando para que el campus virtual "responda". La otra plataforma disponible es Microsoft Teams, que tiene una "potencia ilimitada". A día de hoy, a falta de los datos finales, la Universidad ha contabilizado que se harán "más de 3.000 exámenes por vía telemática". Con respecto a la falta de recursos de algunos estudiantes, el Rectorado proporcionará ordenadores y tarjetas de conexión a internet, y estudia la posibilidad de abrir a los alumnos los telecentros para hacer exámenes.