Los profesores asturianos de la enseñanza pública y concertada se oponen en bloque a los planes del Ministerio y de la Consejería de combinar, a partir de septiembre, clases presenciales y telemáticas. Los docentes ven "imposible" aplicar la medida "sin incrementar las plantillas", porque, "de momento", dicen con sorna, "no tenemos el don de la ubicuidad", y piden reducir las ratios de alumnos por aula. Aunque la titular de Educación en el Principado, Carmen Suárez, asegura que "los profesores no darán más horas de clase", los afectados creen justo lo contrario: que tendrán que "doblar" su jornada laboral, algo por lo que "no pasarán". Además, los directores de la concertada, agrupados en la patronal Escuelas Católicas, critican que la Administración lance "globos sonda" para el próximo curso cuando aún no está resuelto el regreso a los pupitres de este mismo mes.
A partir del día 11, según recoge el plan de desescalada de Pedro Sánchez, los centros podrán abrir para realizar tareas de desinfección, administración y de preparación de docencia. Sin embargo, a menos de una semana, los equipos directivos no saben "nada de nada". "No sabemos quién hará la desinfección ni cómo ni durante cuánto tiempo habrá que limpiar", pone como ejemplo Carlos Robla, secretario general de Escuelas Católicas, que exige ante todo "rigor". Sobre la inminente vuelta al cole para algunos grupos de alumnos hay discrepancias. El Gobierno permitirá abrir las clases a partir del 25 de mayo para ofrecer, con carácter voluntario, actividades de refuerzo -y preparar la EBAU- a los estudiantes de 4º de ESO, 2º de Bachillerato y último curso de FP, así como para que las familias con niños en Educación Infantil puedan conciliar su vida laboral y familiar.
El sindicato docente UGT remarca, en este sentido, que "en ningún caso debe utilizarse al centro como medida de conciliación familiar". "No es objetivo de un colegio ni es el profesorado asturiano una suerte de cuidador que sustituye las medidas que debe proporcionar la empresa", aseguran. SUATEA insiste en que "las aulas no deberían abrirse hasta septiembre", ya que un retorno ahora podría generar "un brote de contagios". Del mismo modo dicen "no entender" que la vuelta este mes sea voluntaria. "Con todas las consecuencias, se retorna o no se retorna, pero no caben posiciones intermedias", defienden. Para el inicio del próximo curso, uno de "los diferentes escenarios" que baraja la Consejería es implantar turnos rotatorios para las clases presenciales y combinar esta formación con la online. El planteamiento choca frontalmente con el profesorado.
ANPE afirma que la medida supondrá "doblar la jornada laboral de los docentes, que tendrían que atender a unos grupos en el centro educativo en horario de mañana y seguir el resto del día con otros alumnos en la modalidad a distancia". Una propuesta, apunta su presidente, Gumersindo Rodríguez, que "se sitúa fuera de toda norma regulatoria con un nivel asociado de estrés y de sobrecarga de trabajo insoportable". SUATEA tampoco lo ve factible y UGT opina que "no sería operativo ni de calidad". "Y, de momento, el don de la ubicuidad no lo tenemos", añaden.
CC OO sostiene que "el único criterio" que utiliza la Administración es "el económico". Y por eso se niega a hacer lo que los sindicatos reclaman: ratios más reducidas, contratar a más profesores, fijar turnos diferentes para los recreos y la entrada y salida a los centros, dotar a trabajadores y alumnos de los medios de protección necesarios... "La enseñanza a distancia es una solución paliativa, provisional y dirigida a solventar una crisis como ahora. Pero el único tipo de formación que se puede diseñar para el curso que viene es el presencial, claramente presencial", explica el secretario general, Borja Llorente, que cree que lo que plantea el Gobierno, tanto nacional como autonómico, es "volver a la improvisación" y "condenar al fracaso escolar" a los alumnos. Una prueba de que la Consejería ahorra todo lo que puede es que hay bajas, según CC OO, que llevan sin cubrirse desde antes del estado de alarma. Algunas se resolverán con la última adjudicación de 27 sustituciones de interinos, que se incorporarán al trabajo el lunes. La convocatoria, sin embargo, no cubre ni siquiera las jubilaciones.
La Organización de Trabajadores de la Enseñanza Concertada de Asturias (OTECAS) indica, por su parte, que la concertada "no tiene margen alguno" para que un mismo docente dé clases presenciales y telemáticas. Es más, "tenemos las plantillas más bajas de España y están a años luz de las de la pública", dice su secretario general, José Manuel Cueto. Algunos ejemplos: en el segundo ciclo de Infantil son entre 1 y 1,08 profesores por aula, mientras que en la pública son 1,33; en Primaria son 1,17 frente al 1,5 de la pública; y en la ESO son 1,32 y en la otra red, 2.
