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Los pescadores que saldrán el lunes a por bonito, en estricta cuarentena pese a dar negativo en coronavirus

"Es un alivio saber que todos estamos bien", celebra el armador Fidel Álvarez Garaot que deberá estar en aislamiento para evitar contagios antes del inicio de la costera

Un pescador, sometiéndose a la prueba de coronavirus, ayer en el muelle de Cudillero. A. F. V.

En estricta cuarentena. Así tendrán que vivir hasta el lunes los once marineros que el lunes saldrán rumbo a las Azores para tratar de pescar el primer bonito de la temporada a las órdenes del armador Fidel Álvarez Garaot. Pese a que los tripulantes dieron negativo en la prueba de covid-19 que se les practicó ayer en el muelle de Cudillero, deberán estar en aislamiento para evitar cualquier riesgo de contagio antes de que salgan a por el "campanu" del mar.

En total fueron once los pescadores que ayer se sometieron a las pruebas de coronavirus en el muelle de Cudillero. La idea fue de Fidel Álvarez Garaot, armador de las embarcaciones "Esmeralda III" y el "Berriz Amatxo", que prefiere "evitar cualquier tipo de riesgo" antes de enrolarse en la próxima costera. "Es muy importante descartar cualquier tipo de positivo. Vamos a convivir muchos días juntos y no queremos sustos", advertía ayer el empresario, mientras dos enfermeros y una celadora del Hospital Universitario San Agustín de Avilés tomaban muestras para el test PCR, las más fiables, a las que fueron sometidos los tripulantes.

El resultado de las pruebas no se hizo esperar. Hoy ya han notificado a Garaot que todos ellos han dado negativo. "Es una gran noticia", celebra el armador. Pese a ello, todos deberán tomar unas medidas de prevención muy estrictas. "Ahora debemos estar hasta el lunes en cuarentena, como si tuviésemos el coronavirus. La idea es que nadie se contagie antes de partir", argumenta Garaot.

La intención de Garaot es salir a por el primer bonito al mediodía del lunes. Lo hará desde el puerto de Avilés. El rumbo, está aún por concretar. "En algún punto al este de las Azores", aventura el armador, que prefiere no dar pistas a posibles competidores. "Como este año hay poca merluza, temo que algunos barcos merluceros vayan ahora a por bonito", afirma.

Las previsiones para esta costera del bonito que Garaot piensa iniciar son, a su juicio, buenas. "Estamos encontrando bastante bocarte y sardina, que es el alimento principal del túnido, por lo que puede que tengamos suerte", afirma.

Garaot es habitualmente el primero en desembarcar bonito en la rula de Avilés. Las primeras subastas del túnido, uno de los peces estrellas de la primavera y el verano asturiano, se venden a un precio estratosférico. El año pasado la tina de bonito grande se vendió a un precio 330,60 euros. "Este año nos han garantizado que el precio también será bueno", explicó ayer.

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