En estricta cuarentena el fin de semana. Así tendrán que vivir los once marineros que el lunes saldrán rumbo a las Azores para tratar de pescar el primer bonito de la temporada a las órdenes del armador Fidel Álvarez Garaot. Pese a que los tripulantes dieron negativo en la prueba de covid-19 que se les practicó ayer en el muelle de Cudillero, deberán estar en aislamiento para evitar cualquier riesgo de contagio antes de que salgan a por el "campanu" del mar.

En total fueron once los pescadores que ayer se sometieron a las pruebas de coronavirus en el muelle de Cudillero. La idea fue de Fidel Álvarez Garaot, armador de las embarcaciones "Esmeralda III" y el "Berriz Amatxo", que prefiere "evitar cualquier tipo de riesgo" antes de enrolarse en la próxima costera. "Es muy importante descartar contagios. Vamos a convivir muchos días juntos y no queremos sustos", advertía el empresario, antes de las pruebas a las que se sometieron el jueves.

El resultado de los tests no se hicieron esperar. Ayer ya notificaron a Garaot que todos ellos han dado negativo. "Es una gran noticia", celebró el armador. Pese a ello, todos deberán tomar unas medidas de prevención muy estrictas. "Ahora debemos estar hasta el lunes en cuarentena, como si tuviésemos el coronavirus. La idea es que nadie se contagie antes de partir", abundó.

La intención de Garaot es salir a por el primer bonito al mediodía del lunes. Lo hará desde el puerto de Avilés. El rumbo, está aún por concretar. "En algún punto al este de las Azores", aventura el armador, que prefiere no dar pistas a posibles competidores. Garaot es habitualmente el primero en desembarcar bonito en la rula de Avilés, el conocido "campanu" del mar, cuyas tinas se vendieron el año pasado a 330,60 euros.