La Universidad de Oviedo cerró ayer "con éxito", según el Rectorado, su primera semana de exámenes a distancia. La institución académica asturiana fue la primera de España en estrenarse este miércoles en la evaluación final telemática debido a la pandemia del coronavirus. En estos tres días se realizaron un total de 667 pruebas para 17.426 alumnos. En cada jornada se examinaron una media de 5.800 universitarios. Las incidencias registradas, celebra el equipo de Santiago García Granda, "se situaron por debajo del 1%" y se concentraron en el miércoles. Ese día se produjeron 19 fallos en pruebas de 10 asignaturas, que afectaron a 80 estudiantes. Algunos de ellos, de hecho, no pudieron acabar o entregar los ejercicios, según denunciaron.

Según los datos facilitados, la Universidad ha superado la prueba de fuego de tener que evaluar, por primera vez en su historia, a miles de estudiantes por internet. Las escasas incidencias se registraron en la nueva herramienta desplegada en la nube y diseñada exclusivamente para la ocasión. El campus virtual, que fue reforzado con más nodos y un nuevo hardware, y la plataforma de videoconferencias Microsoft Teams resistieron la descomunal carga.

Por delante quedan aún muchas semanas de exámenes online. La convocatoria ordinaria finaliza el 2 de junio; sin embargo, siete centros universitarios ya han comunicado a sus alumnos que las pruebas programadas para hacer en las aulas entre el 3 de junio y el 3 de julio se realizarán finalmente por internet, dado que la pandemia continúa. Son la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón y las facultades de Derecho, Economía y Empresa, Medicina y Ciencias de la Salud, Enfermería de Gijón, Comercio, Turismo y Ciencias Sociales Jovellanos de Gijón, y Filosofía y Letras. Esta última se sumó ayer. En total, hay más de 200 pruebas afectadas. Y las de otros cinco centros, que cuentan con algo más de margen, corren también "peligro".

Vuelta gradual y progresiva

En una resolución publicada ayer y que entrará en vigor el lunes, el Rector explica que la reincorporación del personal docente e investigador, y de administración y servicios, se hará "de manera gradual y progresiva", teniendo en cuenta sus circunstancias personales y profesionales, y las necesidades de los centros. "Siempre que sea posible se fomentará la continuidad del teletrabajo", en especial para las personas vulnerables y para las que tengan que conciliar. En el caso de que haya que hacer trabajo presencial, "podrá utilizarse -indica el Rector- la turnicidad y la alternancia de días durante la semana, sin que sea de aplicación el sistema de control horario". Hasta alcanzar la plena incorporación, "se permitirá flexibilizar la jornada de trabajo, debiendo considerarse como la parte fija de horario de apertura de las instalaciones de 9.00 a 14.00 horas".

Todo el personal "tendrá en su centro de trabajo agua y jabón, toallas de papel desechables, soluciones hidroalcohólicas y mascarillas". En las dependencias con mostradores de atención al público que no dispongan ya de algún apantallamiento, recoge la resolución, "se instalarán mamparas protectoras frontales". En todo caso, "se garantizará el cumplimiento de la distancia interpersonal y se evitarán las aglomeraciones". Además, se priorizará la atención telefónica y telemática, debiendo utilizarse la cita previa. De la misma forma, "se priorizarán las reuniones telemáticas" y solo se permitirán los viajes de trabajo "estrictamente indispensables".