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Crisis del coronavirus

Oposición frontal de los docentes a la vuelta a las aulas con el protocolo del Principado

Los sindicatos acusan a Educación de cargar las medidas sanitarias sobre las direcciones de los centros y de tomar decisiones "temerarias"

Oposición frontal de los docentes a la vuelta a las aulas con el protocolo del Principado

El plan de retorno a las aulas no convence a los docentes. Por decirlo suavemente. El protocolo de la vuelta al cole, o la fórmula que ha diseñado el Principado para la reapertura, recibió ayer un rotundo abucheo de los sindicatos docentes, abierta y unánimemente disconformes con los propósitos que la administración regional les expuso en la primera reunión de la mesa sectorial de la enseñanza pública desde el cambio de Gobierno. Las organizaciones sindicales reprueban sin ambages el documento cerrado a la negociación que los representantes de la Consejería de Educación llevaron al encuentro de ayer y que entre otras fallas carga sobre los equipos directivos de los centros las responsabilidades de garantizar la seguridad en la reincorporación de profesores y alumnos.

Les inquieta que eso haya sucedido justo ayer, el día del retorno a los centros de los directivos y del personal de administración y limpieza para "acondicionarlos" de cara al posiblemente inminente retorno voluntario de los alumnos de los cursos terminales de ESO, Bachillerato y FP. Es el regreso que se materializará el lunes que viene si Asturias entra en la fase 2 de la desescalada y que los docentes ven precipitado y peligroso. A partir de entonces, según la lectura que hace el sindicato ANPE de las alarmantes instrucciones recibidas, "las medidas organizativas y de control del cumplimiento de los protocolos deben ser asumidas por la dirección de los centros", a la que por ejemplo se obliga a adquirir "todos los materiales sanitarios, sin ser especialistas y negociando de forma individual con los proveedores". Esta exigencia contrasta, lamentan, con la contratación de personal especializado para estas labores en otras consejerías, contraviene la ley de prevención de riesgos laborales y además de amenazar con generar asimetrías entre unos centros y otros pretende culpabilizar a las direcciones si algo sale mal.

La sensación de que no se dan las condiciones para la vuelta a clase con seguridad se generaliza en las opiniones sindicales. Además de reprobar la resistencia del Principado a la negociación, Suatea percibe que se imponen medidas "como mínimo arriesgadas", porque también a su juicio "se trasvasa a quienes ejercen las tutorías la responsabilidad de organizar y coordinar la adaptación de programación para este atípico final de curso". El sindicato se opone al retorno del lunes abundando en la constancia de que a cambio de lo poco que aportarían académicamente unas pocas semanas de curso se generaría una vuelta "imprudente, e incluso temeraria, porque no podrá garantizar la salud de la comunidad educativa, y por extensión, de toda la ciudadanía".

Los colegios asturianos "toman medidas" para la reapertura

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También CCOO reprueba con sorpresa la constatación de que la Consejería, "a diferencia de lo ocurrido en otras comunidades, no se encargará del suministro de las medidas de protección y materiales necesarios". Sin oponerse "sin más" a una vuelta inmediata, afirman que el retorno sólo ha de materializarse "en el momento en que los centros cuenten con las medidas de seguridad y los protocolos que los conviertan en espacios seguros" y aclaran que esa condición no se da ahora por la inconsistencia del protocolo elaborado por el Principado.

La Consejería, abunda UGT, somete al profesorado asturiano a una suerte de "ruleta rusa". Además la sobrecarga de responsabilidad que se pretende otorgar a las direcciones, el sindicato rechaza la vuelta "porque no se obtendría ningún beneficio con unas pocas semanas de clase y, sin embargo, son muchos los riesgos que se corren. El profesorado y el alumnado tendrán que interaccionar en los centros educativos sin que existan las mínimas medidas de prevención", resaltan, lamentando que la Consejería se lance "a una carrera sinsentido por llegar primero movida por unas intenciones más políticas que educativas".

Las centrales mayoritarias desechan asimismo la pretensión combinatoria del trabajo presencial y telemático sin medidas contra la sobrecarga de trabajo para los docentes o inversiones potentes en digitalización. CSIF reincide además en su convicción de que la vuelta debe ser en septiembre, "con planificación y medidas preventivas y organizativas que el Ministerio y la Consejería deben acordar".

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