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La vuelta voluntaria a las aulas, improbable antes de junio

Educación descarta el regreso el lunes por falta de tiempo para adaptar las instrucciones del Ministerio y no concreta la fecha

La señalización de los pasillos diferenciados de entrada y salida en el colegio Montedeva de Gijón.

Las puertas de las aulas seguirán cerradas cuando Asturias abra el lunes la fase 2 de la desescalada y por un tiempo aún indeterminado que con una alta probabilidad puede extenderse hasta la primera semana de junio. La vuelta al cole y al instituto, que ya se sabía que sería voluntaria y exclusiva para los alumnos de los cursos terminales de Bachillerato, FP y, ocasionalmente, ESO, no tenía ayer fecha fija en el Principado, pero sí una sospecha de que la necesidad de esperar a que se dicten las instrucciones precisas de la nueva etapa del desconfinamiento amenazan con diferirla al menos una semana.

Esa es la previsión sin certezas que apuntan al unísono desde la administración educativa asturiana y desde algunos centros sumidos todavía, y previsiblemente durante algunos días más, en las incertidumbres. La Consejería sólo puede asegurar que el lunes no será el día de apertura y ha dado a los centros la instrucción de no abrir hasta recibir su orden, que debe esperar primero a que el Ministerio de Sanidad establezca las condiciones específicas de la fase 2 -será a lo largo de este fin de semana- y después a que el Principado adapte sus requerimientos y adopte sus propias decisiones.

Eso va a llevar tiempo, un tiempo que hace avanzar el horizonte previsible de la reapertura al menos hasta el lunes 1, con la importante salvedad de que el día siguiente es festivo en Oviedo, que celebra el Martes de Campo, con lo que la fecha incluso podría llegar a avanzar hasta el miércoles 3. Pero eso son sólo conjeturas. Las fuentes oficiales acuden al ejemplo de la fase 1: el acceso del personal de limpieza y de los equipos directivos a los centros para desinfectar y preparar la vuelta era legalmente posible desde el día 11, pero el Principado la fijó para el lunes, una semana después.

Con el retorno a la clase presencial bien podría pasar lo mismo, y con ese horizonte probable de los primeros días de junio, pero a la expectativa, trabajan los responsables de los centros de la enseñanza no universitaria. Cuando sea posible, podrán volver a clase de forma voluntaria 7.500 alumnos del último curso de Bachillerato y FP, además de los de cuarto de la ESO, ocasionalmente y para sesiones de tutoría. La situación más acuciante es la de los 4.300 de segundo de bachiller, que están a las puertas de la evaluación que debe conducir a muchos de ellos hacia la EBAU.

Ante la incertidumbre, desde algunos centros se quejan de falta de información, o de que la instrucción recibida ayer no hubiese llegado antes para despejar en lo posible las dudas de los que contaban con la vuelta para el lunes 25.

Los estudiantes que decidan volver deberán hacerlo, no obstante, previa observancia de unas estrictas condiciones de seguridad, higiene y distancia que están asimismo pendientes de las resoluciones en las que la Consejería trabajará a partir de la próxima semana. Las que ya ha dictado para la fase 2 el Ministerio de Sanidad establecen la obligación de las familias de vigilar el estado de salud de cada estudiante y de tomarle la temperatura "todos los días antes de salir de casa". El Principado ya ha adelantado a los centros que añadirá la exigencia de que se firme una declaración responsable que descarte el contacto con el covid-19. Las familias, además, sólo podrán entrar al edificio escolar en caso de necesidad o indicación del profesorado, se desinfectará al menos una vez al día, se restringirá la documentación en papel y no habrá actividades en grupo.

Las direcciones y el personal administrativo trabajan desde el lunes para cumplir las exigencias de higiene y desinfección, para organizar los pasillos de entrada y salida diferenciados que requiere la normativa del Gobierno y adquirir el material necesario. Los sindicatos docentes, y a su estela algunos directores, han expresado su disconformidad con las responsabilidades que la Consejería ha hecho descansar sobre ellos, obligados como están a organizar hasta la compra de materiales, cuando a juicio de algunos habría tenido más sentido centralizar estas operaciones. Las consideraciones de las direcciones no son uniformes al respecto, hay quien considera que este trabajo extra "puede ser laborioso, pero no resulta tan complicado", y quien entiende que la respuesta habría sido más uniforme y los precios más ajustados de haber organizado el aprovisionamiento y el diseño en el Principado. Desde Educación, en los últimos días, se ha informado a los centros de que al menos se les dotará de mascarillas.

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