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Por un puñado de metros, a resguardo en Aguilar

La baja densidad de Cudillero permite abrir el interior del restaurante de la playa, justo en la frontera con Muros, sin apenas población pero muy concentrada al ser pequeño

Alfonso Azpiazu, de pie, enseña por el móvil la carta del restaurante a Coral Argüelles, que acudió a comer en compañía de sus padres, Asunción y Aquilino. MARA VILLAMUZA

Alfonso Azpiazu ha podido abrir por un puñado de metros el interior de su restaurante en la playa de Aguilar. Todos consideran que su negocio está en Muros, donde la playa, y él mismo así lo siente. "Pero no, estamos en Cudillero, justo en la frontera con Muros", aclara. Y esto le ha permitido pasar todo el fin de semana sirviendo dentro a sus clientes, que ayer rondaban los 70, en el 40% de espacio permitido. En la terraza también tuvo gente. "Di de alta a los dos empleados que estaban en ERTE. Ha venido bien poder abrir, pues al haber mal tiempo, podremos alojar en el interior a la gente que había reservado en la terraza", explicó el hostelero, beneficiado por una norma que trae de cabeza al sector en Asturias, a la par que mosqueado por haberles pillado de imprevisto.

Cudillero roza los 5.000 habitantes y no llega a 50 vecinos por kilómetro cuadrado, así que entra dentro del límite de 100 permitido para abrir dentro. En cambio, Muros, con apenas 1.800 habitantes, tiene una densidad de 231.

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