La situación para el sector hostelero y turístico asturiano es, hoy por hoy, mala e incierta, pero será mucho peor cuando lleguen el otoño y el invierno, advirtió ayer la patronal asturiana OTEA, que alertó de que puede ser "terrible". Los empresarios advierten de que la incertidumbre sobre el empleo tras el verano y los avisos de rebrote de contagios por coronavirus retraerán el consumo.
El sector hostelero está centrado ahora en generar confianza y seguridad para recuperar clientes. Una vez que se van superando las reticencias con las terrazas, ahora el reto está en conseguir que el público se anime a entrar en los comedores interiores. En estos primeros días de desescalada, los resultados aún son mínimos y por zonas, con más éxito en localidades costeras y en las pequeñas poblaciones que en las ciudades. Pero el buen tiempo y la campaña a favor de la hostelería y el turismo seguro hacen que en el sector se quiera ver el futuro más próximo con cierta esperanza y optimismo.
El temor se centra ahora en el otoño y el invierno. Y no solo en Asturias, sino en el conjunto del país, según quedó ayer de manifiesto en un acto telemático organizado por Hostelería de España en el que participó el presidente de OTEA, José Luis Álvarez Almeida, junto al presidente de la patronal nacional CEOE, Antonio Garamendi, y representantes de medio centenar de asociaciones del sector, así como los grandes chefs españoles Andoni Luis Aduriz, Ferran Adrià, Joan Roca, Martín Berasategui y Susi Díaz. El objetivo era mostrar la unidad del sector.
Álvarez Almeida reclamó a la Viceconsejería de Turismo del Principado, tras el encuentro, "un gran esfuerzo de promoción" en el marco de la campaña que prepara con el conjunto de actores del sector para atraer turistas a partir de octubre. "El verano, más o menos, creemos que vamos a conseguir salvarlo, aunque habrá diferencias entre las zonas turísticas de Asturias y las que no lo son. Pero lo duro vendrá a partir de septiembre. El otoño y el invierno serán terribles, y debemos buscar fórmulas atractivas también para esas fechas", señaló el presidente de O tea.
Los hosteleros mantienen sus exigencias para extender los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) más allá del 30 de junio. También reclaman una reducción del IVA para que se les aplique el 4 por ciento y que se lancen ayudas específicas ampliando los avales del ICO para los pequeños negocios, a los que todavía no han llegado.
"Las dificultades no desaparecen porque atraigamos turistas en julio y en agosto. Eso solo será un respiro, porque las cuentas siguen sin salir. Las previsiones apuntan a que se pueda recuperar algo de empleo durante los meses de verano, pero será difícil que se pueda mantener después si no hay una estrategia definida con un apoyo y un estímulos claros que ayuden a captar turistas", advirtió Álvarez Almeida.
Las múltiples experiencias turísticas que se pueden desarrollar en el Principado son una buena baza, según el sector, ya que en esos meses, igual que en el verano, se puede disfrutar de la naturaleza, el deporte y las actividades al aire libre, la gastronomía y actividades culturales y lúdicas. "La Asturias como paraíso natural y entorno de salud es real en cualquier época del año", defiende Alvarez Almeida.
La patronal O tea participa hoy en una campaña nacional para entregar en las delegaciones del Gobierno escritos con sus reivindicaciones de apoyo económico. Un particular "plan Marshall" al estilo del que se prepara, por ejemplo, para la automoción.
