Los retrasos en la ejecución de la variante ferroviaria de Pajares, por la que avanzará el AVE a Asturias, están detrás de buena parte de los sobrecostes que han llevado a la obra a dispararse hasta cerca de los 4.000 millones de euros, casi el doble de lo que se había calculado hace quince años, cuando comenzaron los trabajos. Ayer se certificó un nuevo capítulo de incremento del gasto, en 6,7 millones concretamente, al adjudicarse por 10,3 millones el contrato de las obras civiles exteriores de la Variante. Porque ese mismo contrato ya se había adjudicado cinco años atrás, en marzo de 2015, por 3,6 millones.
Aquel contrato de 2015 se rescindió "sin haber comenzado las obras", resaltó ayer un portavoz del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), que añadió que el nuevo proyecto, adjudicado ahora, difiere del primitivo "porque se han revisado las actuaciones previstas de acuerdo a las necesidades de explotación de la Variante". El caso es que lo que iba a ser un gasto de 3,6 millones se ha convertido en casi el triple, 10,3 millones.
Pero, ¿qué significa exactamente "nuevas necesidades de explotación de la Variante"? O, de otro modo, ¿por qué fue necesario modificar el proyecto una vez adjudicado? Por los retrasos: durante los quince años de obras en la Variante (nueve más, hasta el momento, de los anunciados inicialmente) la legislación comunitaria ha cambiado notablemente, sobremanera en materia de seguridad ferroviaria. Esta circunstancia, según reconocieron ayer fuentes del Ministerio de Transportes, ha obligado a modificar varios proyectos de la Variante, e incluso a paralizar alguno que ya estaba en ejecución. El de la ventilación, por ejemplo. El resultado de todo ello son más retrasos y mayor coste final de la obra. En este caso concreto de las obras civiles exteriores, de 6,7 millones de euros y de un período de tiempo que podría cifrarse, al menos, en 10 meses, que es el plazo de ejecución previsto.
La adjudicación de las obras civiles exteriores de la Variante, a la empresa Civis Global, fue aprobada por el consejo de administración de Adif Alta Velocidad. Los trabajos consisten fundamentalmente en el acondicionamiento de las bocas de los túneles de Pajares y de la galería de Buiza en cuanto a las exigencias de seguridad para el rescate, así como la ejecución de otras instalaciones necesarias para la explotación de los túneles. Incluirán la construcción de tres helipuertos, dos en León y uno en Asturias.
En el área asturiana (boca Norte), además del helipuerto, el proyecto incluye la construcción de una caseta de bombeo de agua y una losa para depósitos para protección contra incendios; el acondicionamiento del entorno asociado a esa zona; un centro de transformación para las instalaciones de la depuradora existente, y viales de acceso hasta la red viaria existente. Además se repondrán las canalizaciones y la línea aérea eléctrica de 20 kilovoltios de Tuiza, que se soterró durante la ejecución de las obras, y se adecuará la depuradora. También se ejecutará un depósito de vertidos de mercancías peligrosas y se acometerá el alumbrado, las estructuras auxiliares (arquetas, losas, estructuras metálicas para conducciones, muros, etcétera), los cerramientos y las demoliciones de edificaciones ya innecesarias
Tanto en el exterior de la boca leonesa del túnel ferroviario como en la de la galería de emergencia de Buiza se acometerán obras semejantes a las descritas para Asturias.
